MADRID, 5 Mar. (EDIZIONES) -
En nuestro día a día seguimos varias estrategias de supervivencia. Una de ellas, y de la que pecan muchas personas, es el estar constantemente pendiente de los demás, el anteponer los intereses de los otros frente a los nuestros, para evitar que así estos se enfaden, por ejemplo.
"Le damos en ocasiones una mayor importancia a lo de los demás frente a lo nuestro porque así nos aseguramos la pertenencia. Pero el problema es que esta persona no se considera a sí misma, sino que depende de los demás", afirma Olga Castanyer, psicóloga especialista en Psicología Clínica, así como psicoterapeuta europea.
Con ello, dice que aparece la importancia de la asertividad, sobre la que ha escrito su último libro 'La asertividad por dentro y por fuera' (Desclée de Brouwer), o esa capacidad de revertir esta situación de anteponer los intereses de los otros, los demás, a su mera función de supervivencia y lugar por una motivación ulterior, que debe ser nuestra dignidad, nuestro respeto y valía; en definitiva, preservar nuestra salud mental.
"La asertividad es la capa de autoafirmarse, de afirmar los propios derechos, valores e intereses respetando siempre a uno mismo y a los demás. Concretamente se plasma en poner límites, en saber decir que no, o en expresar la propia opinión aunque sea contraria a la que tienen los demás", mantiene esta especialista, que ha publicado el libro junto con las ilustraciones de Elena Villar.
Asegura que la asertividad es tan importante para nuestra salud mental porque entronca con una necesidad humana que es la dignidad, con el sentirnos respetados: "Es una de las cosas más troncales del ser humano, y se relaciona también con la necesidad de buena comunicación con los seres humanos".
Así, mantiene que necesitamos a los demás en el día a día y siendo siempre fieles a nosotros mismos, porque si no, de nuevo, esto mina nuestra salud mental. "Hay que estar en todo momento conectados y respetándonos a nosotros mismos y después viene la necesidad de pertenencia con los demás", añade.
Solemos anteponer los intereses de los demás, según reconoce esta psicóloga, porque tenemos mucho miedo al otro, hay miedo a la reacción del otro. "Antes he dicho que lo más importantes es la conexión y el respeto a nosotros mismos y después viene la comunicación con los demás. Mucha gente pone por delante a los demás, y tenemos miedo de quedar mal, de que se enfaden con nosotros, de no saber reaccionar ante su molestia, estamos centrados en el otro", añade.
Insiste en consecuencia que es "muy perjudicial para la salud mental" el anteponer a los demás, "merma mucho a la persona", al mismo tiempo que representa una falta de autoestima: "Cuando te pones en último lugar y antepones a los demás, a lo que piensen de ti, o lo que te puedan hacer sentir, estás dependiendo de los demás, tú no crees en ti, no te valoras, no te quieres, tienes baja autoestima y merma mucho la salud mental".
QUÉ PODEMOS HACER EN ESTAS SITUACIONES
Con ello, Olga Castanyer habla de llevar a cabo una serie de estrategias internas, como el tener pensada una respuesta para contestar, pero para la que la persona primero debe estar convencida de ella, y segura de sí misma para poder dar esa respuesta.
"Por un lado, se encontrarían lo que llamamos 'estrategias internas' o trabajar el darte derecho, respeto o respetabilidad, el valorarte, valorar tus opiniones, emociones; en resumen, darte derecho para tener todo esto y después aplicar estrategias externas, maneras de contestar o de hablar a los demás, que en todo momento nos respeten a nosotros y a la otra persona", añade.
Otro apunte en este sentido que realiza esta psicóloga clínica es que son igual de importantes a este nivel las conductas verbales que las no verbales, si bien asegura que hay autores que consideran incluso más notables las no verbales: "En la comunicación la no verbal llega más a la otra persona que el contenido de lo que decimos, y es todo lo que acompaña al contenido, desde gestos, expresiones, mirada, postura, y también el tono de voz, la manera de decir las cosas".
