El daño cerebral producido por Zika puede pasar desapercibido durante el embarazo

Mosquito Aedes aegypti zika
JEFF MILLER/UNIVERSITY OF WISCONSIN-MADISON
Publicado: miércoles, 7 febrero 2018 7:47

   MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El virus Zika puede causar un daño significativo al cerebro del feto, incluso cuando el tamaño de la cabeza del bebé es normal, según un nuevo estudio en animales dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (UW), en Seattle, Estados Unidos. El daño, que puede ser difícil de detectar incluso con escáneres cerebrales sofisticados, también puede suceder en niños infectados durante la primera infancia y la adolescencia, advierten los investigadores.

   "Los criterios actuales que usan el tamaño de la cabeza para diagnosticar la lesión cerebral relacionada con Zika no captan un daño cerebral más sutil que puede conducir a importantes problemas de aprendizaje y trastornos de salud mental más adelante en la vida", afirma la autora principal, Kristina Adams Waldorf, profesora de Obstetricia y Ginecología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington y que está especializada en infecciones maternas y fetales. "Estamos diagnosticando solo la punta del iceberg", señala.

   El estudio se detalla en un artículo que se publica este lunes en 'Nature Medicine'. Además de Adams Waldorf, los investigadores principales fueron el doctor Michael Gale Jr., profesor de Inmunología en la Facultad de Medicina de la UW y experto en cómo el cuerpo responde a los virus, y el doctor Lakshmi Rajagopal, profesor asociado de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington y experto en enfermedades infecciosas del recién nacido en el Instituto de Investigación Infantil de Seattle y la Facultad de Medicina de UW.

   En 2015, se produjo una epidemia de infecciones por el virus Zika en Brasil. Desde entonces, ha habido un aumento en el número de bebés nacidos en las Américas con cabezas pequeñas debido al daño cerebral que se produjo cuando sus madres se infectaron durante la gestación.

El virus ataca y destruye las células madre neurales, que son las encargadas de producir nuevas células cerebrales para el crecimiento y desarrollo normal del cerebro. Muchos de estos niños son diagnosticados durante el embarazo mediante ultrasonido o al nacer porque tienen cabezas marcadamente pequeñas, una afección llamada microcefalia.

   Más recientemente, los científicos médicos han reconocido que incluso los niños con un tamaño de cabeza normal en el momento del nacimiento pueden ser diagnosticados con lesiones oculares graves o microcefalia de inicio tardío, cuando la cabeza no crece normalmente después del nacimiento.

   En el nuevo trabajo, los investigadores buscaron cambios sutiles en los cerebros de cinco macacos fetales cuyas madres habían sido infectadas con el virus Zika durante el embarazo. Se eligió a los macacos porque se les considera uno de los modelos animales más cercanos en lo que respecta al embarazo humano, además de que son idóneos para el desarrollo de vacunas y tratamientos para proteger a los humanos del virus.

CRECIMIENTO ANORMAL EN ÁREAS QUE GENERAN NUEVAS CÉLULAS CEREBRALES

   En todos menos en uno, los científicos no encontraron anomalías fetales obvias con los ultrasonidos semanales, una técnica de toma de imágenes médicas que se emplea comúnmente durante el embarazo para evaluar la salud de los fetos en desarrollo. Sin embargo, los cerebros de los fetos infectados crecieron más lentamente de lo normal, pero se mantuvieron lo suficientemente grandes para que su tamaño más pequeño no cumpliera con los criterios de microcefalia asociada al virus del Zika utilizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

   Según estos criterios, la mayoría de los niños (entre el 91 por ciento y el 96 por ciento) nacidos en Estados Unidos cuyas madres se infectaron con el virus Zika durante el embarazo no se consideran microcefálicos. Como resultado, esos niños podrían no ser examinados regularmente para detectar una posible lesión cerebral relacionada con Zika.

   Sin embargo, las imágenes de resonancia magnética (IRM) de los cerebros fetales fueron anormales en cuatro de cada cinco animales, con ciertas áreas del cerebro que no crecían tan rápido como otras. Las regiones cerebrales particularmente afectadas fueron las áreas que generan nuevas células cerebrales, como la zona subventricular en la pared del ventrículo lateral, que contiene la mayor cantidad de células madre neurales en el cerebro. Otra parte lesionada del cerebro fetal fue la zona subgranular de la circunvolución dentada en el hipocampo, una estructura donde las células madre neurales desempeñan un papel clave en la memoria y el aprendizaje y continúan contribuyendo a la salud cerebral al menos hasta la adolescencia.

   "El estudio muestra claramente que las células dentro de estas regiones del cerebro son altamente susceptibles a la infección por el virus Zika. Los hallazgos sugieren que las células madre neuronales dentro de estos sitios, y en etapas específicas de desarrollo, no pueden suprimir la replicación del virus", afirma Gale.

   Debido a que las células madre neuronales en el hipocampo, que son vulnerables al daño por el virus Zika, están presentes durante la infancia y la adolescencia, señala Rajagopal, hay que preocuparse de que la infección viral en niños y adultos jóvenes pueda afectar significativamente la salud cerebral.

   "El daño sutil causado por este virus durante el desarrollo fetal o la infancia puede no ser evidente durante años, pero puede causar retraso neurocognitivo en el aprendizaje e incremento del riesgo de desarrollar trastornos neurológicos como la esquizofrenia y la demencia temprana --añade--. Estos hallazgos enfatizan aún más la urgencia de una vacuna efectiva para prevenir las infecciones por el virus Zika".

   "Todos los niños expuestos al virus del Zika en el útero deben evaluarse a largo plazo para detectar problemas de aprendizaje y desarrollo, independientemente del tamaño de la cabeza al nacer --aconseja Adams Waldorf--. También debería preocuparnos que los niños y adultos jóvenes se infecten con el virus Zika porque tienen las mismas células madre en sus cerebros que el feto".