ZARAGOZA 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El director Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, se ha mostrado partidario del pasaporte o certificado de vacunación europeo que está estudiando la UE como medida para demostrar quién se ha inoculado contra la COVID-19 y poder reactivar el turismo.
Según ha explicado en declaraciones a Europa Press, se trata de una fórmula "que mejorará y garantizará la movilidad" en Europa, donde "todos hemos usado las mismas vacunas", autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento.
"No me parece mala fórmula para garantizar el turismo" y lo ha considerado especialmente interesante para países como España, Grecia, Italia o Francia. Ha reflexionado, asimismo, que actualmente para viajar a algunos países de fuera de la UE ya es obligatorio recibir una serie de vacunas.
Badiola se ha referido también al inicio de la campaña de vacunación contra la COVID-19 y ha remarcado que se ha cumplido un objetivo "muy importante", el de disponer de vacunas a principios de este año, para esgrimir que frente a una enfermedad de esta naturaleza "la mejor herramienta de lucha es un buen programa vacunal", mientras que las demás estrategias, como los confinamientos o toques de queda, se ha demostrado que, "al final, no resuelven el problema".
También ha reconocido que en el inicio ha habido lentitud, pero "siempre cuesta empezar" y "la apuesta por que todo se lleve a cabo a través de los centros de salud también genera problemas puesto que sus profesionales han de atender otras cuestiones".
Además, ha dicho, se ha comenzado por las residencias de personas mayores, lo que ha obligado a desplazarse a ellas, una vez recabada la autorización de los usuarios, y hay que administrar una segunda dosis, todo lo cual "dificultad" el proceso, si bien "todo se ha ido resolviendo" y a partir de la semana que viene ya habrá personas que comenzarán a estar inmunizadas.
"Esto es una buena noticia" porque las vacunas "no son la panacea universal, pero protegen", ha apuntado Badiola. "Supongo que la administración estudiará ahora el grado de inmunidad que tienen", que es de alrededor del 95 por ciento, según la compañía Pfizer.
NUEVAS VACUNAS
El director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza ha estimado necesario "que se vayan incorporando nuevas vacunas" en Europa, como ya lo ha hecho la de Moderna y "parece que se va a autorizar a final de mes la de AstraZeneca-Oxford".
Asimismo, Badiola ha considerado acertado comenzar la vacunación en las residencias y administrarla también a los trabajadores de las mismas, así como a los de hospitales y centros sanitarios.
También ha calificado de "razonable" continuar por los mayores de 80 años. "Hay que protegerlos" porque son "quienes sufren con mayor virulencia esta enfermedad" y especialmente en el caso de las personas de más edad, ha argumentado.
Badiola ha estimado que si el programa de vacunación se realiza conforme a las previsiones del Ministerio de Sanidad, en colaboración con las comunidades autónomas, alrededor del verano se podrá alcanzar esa cifra del 70 por ciento de la población inmunizada, "con el que el virus tendrá difícil progresar y transmitirse".
Mientras tanto, ha añadido, "hay que comportarse como si no hubiera programa de vacunación", seguir las normas que dictan las autoridades sanitarias y protegerse porque es algo que va "en favor de cada persona y de su familia".
"Con esto no se puede jugar, hay que ser responsables", ha enfatizado Badiola, que ha asegurado que la mascarilla seguirá siendo necesaria hasta final de año. Ha remarcado, igualmente, la necesidad de la higiene, de mantener las distancias, ventilar los espacios cerrados y "huir de las aglomeraciones" porque todo esto hace que la posibilidad de infectarse "se reduzca muy sensiblemente, aunque el riesgo cero no existe".