MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El 85 por ciento de los españoles ha declarado seguir sufriendo el impacto psicológico del agotamiento pandémico, especialmente entre los jóvenes (94%) y las mujeres (89%), según el Observatorio de Tendencias, impulsado por Cofares, que ha realizado un seguimiento de los hábitos de salud y preocupaciones entre la población en esta etapa.
Este estudio continúa la línea analizada por el primer Observatorio de Tendencias 'Un año de Covid-19(I): Análisis de los efectos de la fatiga pandémica entre los españoles'. En cuanto a los principales síntomas asociados al agotamiento, la dificultad para concentrarse (76,8%) se ha sumado a la lista, compuesta por los sentimientos de tristeza (85,3 %), cansancio (82,9 %) e irritabilidad (81,3 %). La indefensión (77,7 %) y la dificultar para dormir (72,2 %) y pérdida del apetito (44,8 %) son otros efectos que han irrumpido este año con mayor fuerza.
En definitiva, seis de cada diez españoles ha reconocido que no ha mejorado su salud mental, respecto a 2021. En cuanto al tiempo que falta para que el virus de la Covid-19 se convierta en endémico como el de la gripe, los españoles son, en general, pesimistas. En concreto, el 66,4 por ciento afirma que esto no ocurrirá hasta dentro de más de un año, frente al 33,6 por ciento que cree que será en verano o en los próximos meses.
A nivel autonómico, las regiones que más lejos ven los últimos días del coronavirus son Canarias (88 %), Castilla-La Mancha (76,7 %), Aragón (76 %), Comunidad Valenciana (72 %), Castilla y
León (68,9 %) y Baleares (67,7 %).
Por franja de edad, son los más jóvenes (Generación Z) (94 %) los que se ven más afectados por el agotamiento mental, frente a los Millennials (26-35 años), con un 89,6 por ciento; la Generación X
(82%); y los Boomers (+ de 55 años), con un 77,7%.
En relación con la última ola de la pandemia, nueve de cada
diez españoles afirman que las consecuencias del virus les han afectado emocionalmente debido al aumento de contagios por las diferentes variantes -ómicron o delta-, entre otros motivos. La frustración y el desánimo (28,1 %) son los principales efectos que los españoles achacan a la sensación de retroceso en la pandemia por el aumento continuo de las restricciones en las diferentes olas a lo largo de estos dos años.
Por generaciones, la frustración golpea de igual modo a jóvenes (18-25 años), con un 31,8 por ciento, y Boomers (más de 55), con un 28,7 por ciento. Además de la frustración y el desánimo, otras consecuencias que han dejado huella son la ausencia de relaciones familiares y sociales para evitar contagios del coronavirus (19,4 %), el nerviosismo y la saturación informativa (17,6 %), el impacto social de los confinamientos y las cuarentenas por positivos (15,7 %), las restricciones sociales y de ocio (11 %) y las medidas de
protección (8,2 %).