VALENCIA 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
La empresa Germaine de Capuccini, junto a investigadores especializados, están desarrollando el primer envase de tubo de plástico biodegradable para cosméticos. La empresa, con sede en Alcoy (Alicante), enmarca esta iniciativa dentro de su "política de mejora medioambiental y supone un hito en su apuesta decidida por el desarrollo sostenible de sus productos".
El reto del nuevo envase estriba en sustituir el polietileno habitual de los tubos de los productos cosméticos por plásticos biodegradables, algo complejo si se tiene en cuenta el largo ciclo de vida, cercano a los dos años y medio, que tienen los productos de belleza, frente a la paulatina descomposición del material biodegradable.
Para ello, la empresa, con la colaboración del consorcio formado por Ainia centro tecnológico y Aimplas, así como del fabricante de envases Petroplast y de la empresa fabricante de materiales Ferro, está analizando la relación de diferentes bioplásticos con tres tipos de productos cosméticos: un principio activo de vitamina C; un filtro de protección solar y una crema facial multiprotección elaborada a partir de té blanco ecológico, explica Ainia en un comunicado.
Asimismo, se está estudiando la relación de 20 combinaciones de materiales biodegradables, desde derivados de PLA (material biodegradable procedente de la fermentación de la glucosa o del almidón) hasta nanoarcillas con los tres productos cosméticos elegidos.
PRUEBAS DE COMPATIBILIDAD
Actualmente, ya se están haciendo pruebas de compatibilidad de los cosméticos seleccionados con las distintas mezclas de materiales biodegradables y se van a comenzar en breve las primeras pruebas piloto de fabricación del nuevo envase.
Este envase será fabricado por Petroplast (Logroño), una de las principales empresas en el desarrollo de tubos plásticos para distintos sectores como son el cosmético y farmacéutico. Para desarrollar este nuevo envase Petroplast va a adaptar su proceso industrial de fabricación a las nuevas características del material biodegradable.
Por su parte, la empresa Ferro (Almazora-Castellón) es la encargada de desarrollar la mezcla adecuada de materiales biodegradables, de tal forma que el material resultante permita ser procesado en forma de tubo y mantener las propiedades de los productos cosméticos durante toda su vida útil.
Los centros tecnológicos Ainia y Aimplas, dentro de su alianza estratégica, dan soporte técnico a las empresas del consorcio, aportando su Know How y experiencia en tecnologías del envase. Este proyecto ha sido financiado por el CDTI en su convocatoria de colaboración entre empresas.