CValenciana.- La Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre abre un centro para toxicómanos incipientes

Actualizado: martes, 23 noviembre 2010 15:12

VALENCIA 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Fundación canónica Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre Valencia, que celebró el pasado jueves su 25 aniversario, ha abierto un nuevo centro para atender a personas con una adicción a las drogas incipiente, donde reciben actualmente tratamiento 75 hombres y mujeres, según ha informado en un comunicado el Arzobispado.

El nuevo Centro Ambulatorio para el Tratamiento de las Adicciones (CATA) está situado en la sede central de Proyecto Hombre Valencia, en la calle Padre Esteban Pernet, 1 de la capital valenciana, donde la fundación gestiona también desde hace años otros centros y programas para toxicómanos.

A través del CATA, Proyecto Hombre Valencia ofrece por primera vez terapias específicas para jóvenes y adolescentes de 12 a 21 años con un consumo incipiente de sustancias como la cocaína, el alcohol, el hachís o la marihuana. El centro ambulatorio también atiende a adultos que se han iniciado en la cocaína recientemente, quienes representan un perfil de consumidor al que Proyecto Hombre Valencia presta sus servicios desde hace años.

El objetivo del nuevo centro, por tanto, es "ofrecer un servicio que pueda llegar a un perfil de toxicómano más diversificado", lo que "refleja precisamente uno de los rasgos que se aprecian actualmente en la sociedad en cuanto al consumo de drogas", ha precisado Juan Manuel Ferrer, director terapéutico de Proyecto Hombre Valencia.

En todos los casos, a consecuencia del breve espacio de tiempo desde que consumen drogas, los pacientes todavía mantienen "un cierto control de su autonomía personal, de modo que incluso la mayoría de ellos trabaja o estudia". Sin embargo, "si no abandonan las drogas pronto, ese consumo acaba convirtiéndose en un grave problema y, para ello, necesitan ayuda cualificada", ha explicado. De hecho, muchos familiares participan y reciben apoyo en las terapias, ya que "su ayuda es también altamente recomendable" para lograr la deshabituación de las drogas.

Los tratamientos, de tipo educativo-terapéutico, son dirigidos principalmente por psicólogos y también colaboran educadores. A través de sesiones de grupo e individuales "tratamos de ayudarles a cambiar conductas, valores y estilos de vida propensos o causantes de las adicciones". Los usuarios, la mayoría de ellos hombres, asisten dos o tres veces por semana al CATA, ya que "en principio su bajo grado de adicción es tratable mediante un régimen ambulatorio".

Juan Manuel Ferrer ha alertado de que, a pesar del volumen de información que hay actualmente sobre las drogas, hay factores que provocan que la percepción de riesgo por su consumo sea "baja". Por ejemplo, "existe todavía en muchas personas una actitud del tipo 'yo controlo' o una sensación de que las drogas son algo normal, o no tan malo, por el simple hecho de que la circulación de sustancias sigue siendo estadísticamente muy alta". Por todo ello, Ferrer ha subrayado que, además de la intervención terapéutica, "es imprescindible ahondar en la prevención".