Cuidado con usar punteros láser en niños: detectan daños irreversibles de visión

Puntero láser
FLICKR/MAURICIO PASTOR
Actualizado: lunes, 5 septiembre 2016 14:01

   NUEVA YORK, 5 Sep. (Reuters/EP) -

   Investigadores del centro VitreoRetinal Surgery en Minneapolis (Estados Unidos) alertan de que el uso incorrecto de los punteros láser puede acabar dañando la retina del ojo y causar pérdidas irreversibles para la vista, tras notificar varias lesiones por este motivo.

   En un artículo publicado en la revista 'Pediatrics' detallan los cuadros clínicos de cuatro pacientes atendidos y, ante el riesgo que podría conllevar el uso de estos dispositivos, insisten en la necesidad de que padres y profesores sean conscientes y vigilen su uso en niños, en especial por debajo de los 14 años.

   En concreto han tratado por este motivo a dos niños de 12 años, uno de 9 años y otro de 16 años, que llegaron a un centro sanitario con pérdida de visión central y "puntos ciegos" que se iniciaron apenas horas o días después de mirar o jugar con un puntero láser verde o rojo.

   En uno de los casos el afectado presentó estos síntomas tras mirar el reflejo del láser en un espejo, otros dos se habían apuntado a la cara con el puntero y el cuarto estaba participando en una "guerra de láser" con un amigo.

   Los investigadores reconocen que tres de los menores presentaban daños potencialmente irreversibles de pérdida de visión, aunque eran relativamente leves. La visión de uno de ellos continuó empeorando dos semanas después de la lesión y finalmente su agudeza visual se redujo hasta un 20/40 en ambos ojos, al límite para la obtención del permiso de conducir en la mayoría de estados de Estados Unidos.

"Los resultados a largo plazo para estos pacientes serán una pérdida de visión muy leve", ha reconocido David R. P. Almeida, uno de los autores de este trabajo.

   La mayoría de los punteros láser de consumo doméstico están incluidos en las categorías II ó IIIA en los niveles de seguridad del American National Standard Institute, con una potencia de salida de cinco milivatios o menos. Pero los punteros considerados de clase IIIB o IV pueden emitir más de 500 milivatios y pueden causar daños inmediatos cuando apuntan directamente al ojo.