Cuidado con el molusco contagioso en piscinas y gimnasios: ¡aquí las claves para no pillarlo!

Molusco contagioso.
Molusco contagioso. - ISTOCK
Publicado: sábado, 27 noviembre 2021 7:59

   MADRID, 27 Nov. (EDIZIONES) -

   Solemos ser cuidadosos en las piscinas e ir siempre con chancletas pensando en los hongos, olvidando en muchas ocasiones el molusco contagioso, una enfermedad de la piel que puede adquirirse fácilmente en piscinas y gimnasios.

   En una entrevista con Infosalus, la doctora Cristina García Millán, responsable de la Unidad de Dermatología Pediátrica y de la Escuela de Atopia del Grupo Pedro Jaén (Madrid) explica que el molusco contagioso se manifiesta en la piel como pequeñas pápulas o granitos de un color muy similar al de la piel o ligeramente rojizos.

   "Estas lesiones tienen un diámetro de entre dos y cinco milímetros y a veces presentan una depresión central muy característica. El causante de esta infección es un virus de la familia Poxvirus", precisa la especialista.

   Subraya que en las piscinas y en los gimnasios es más fácil contraer esta infección, dado que las vías de contagio principales son el contacto directo piel con piel y el contacto con superficies y objetos contaminados. "De esta manera, en lugares con gran concurrencia de gente descalza o con poca ropa es más probable que se produzca un contagio de este tipo", agrega la doctora García Millán.

MÁS FRECUENTE EN NIÑOS

   Ahora bien, la dermatóloga aclara que "no es más contagiosa que otras infecciones de la piel", si bien es cierto que en el caso del molusco es más contagioso en niños pequeños por los hábitos que tienen al jugar y relacionarse con su entorno (se tocan mucho entre ellos y tocan todo).

   En cuanto al tratamiento, la experta del Grupo Pedro Jaén indica que el dermatólogo puede tratar los moluscos contagiosos mediante la aplicación de fármacos tópicos (en crema o líquido), a través de la crioterapia (congelar la lesión), o bien por curetaje (desprender la pápula mediante el raspado con una cureta).

   Eso sí, en realidad, la doctora Cristina García Millán sostiene que el molusco contagioso se cura solo sin necesidad de hacer nada. "El problema es que el sistema inmunológico del paciente puede tardar varios años en deshacerse por completo del virus y en ese tiempo el paciente infectado puede contagiar a otras personas", advierte.

   Además, señala que el molusco puede provocar picores, molestias en la piel y eccemas, ya que una de las maneras que tiene el organismo de defenderse de esta infección es crear un eccema alrededor de la pápula para hacer que se seque.

   "Los picores y eccemas pueden agravar la patología y causar lesiones en la piel derivadas del rascado (heridas, irritaciones, grietas...), lo que favorece las sobreinfecciones. De esta forma, aunque se trata de una patología que tiende a resolverse sola, somos partidarios de aplicar tratamiento ya que, además, hay estudios que demuestran que tratar los moluscos contagiosos repercute en el acortamiento de la fase de evolución de años", detalla la especialista en Dermatología.

EL PROBLEMA DE LA PIEL ATÓPICA

   Por otro lado, la miembro del Grupo Pedro Jaén llama la atención sobre el hecho de que las personas de piel atópica son grupo de riesgo frente al contagio de molusco contagioso porque tienen dañada la barrera cutánea (el manto hidrolipídico que evita la pérdida de agua transepidérmica y evita la penetración de agentes dañinos desde el exterior). "Por este motivo, los microorganismos tienen más facilidad para contagiar a estos pacientes", agrega.

   En estos casos, según prosigue la doctora, es conveniente usar ropa cubriente en entornos de riesgo y mantener la hidratación con productos específicos para mantener sana la barrera cutánea. Eso sí, recalca que en general, también son grupo de riesgo de contagio de moluscos los niños pequeños (sean atópicos o no) y los pacientes inmunodeprimidos.

   En última instancia, y a la hora de prevenir el contagio del molusco contagioso, la doctora Cristina García Millán, responsable de la Unidad de Dermatología Pediátrica y de la Escuela de Atopia del Grupo Pedro Jaén apunta a una higiene exhaustiva de superficies y de los entornos compartidos, así como evitar el contacto piel con piel en la medida de lo posible, aunque en muchos casos (niños pequeños) este punto es complicado.