MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El doctor Marco Antonio Strocchia, traumatólogo del Hospital Nuestra Señora del Rosario, ha destacado la importancia de anticiparse a un golpe de calor mientras se practica deporte, y ha advertido de los principales síntomas: cansancio, dolor de cabeza, mareo, náuseas y vómitos, inestabilidad, enrojecimiento y sequedad de la piel.
"Uno de los primeros síntomas de la deshidratación pueden ser las náuseas, que se pueden confundir con problemas gastrointestinales", alerta el doctor. En estos casos, aconseja intentar seguir bebiendo y comiendo en pequeñas dosis para evitar que la deshidratación avance y que se cierre el estómago, "haciendo cada vez más difícil la ingesta de bebida y alimentos".
"Esto provocaría un agravamiento de la deshidratación", abunda el especialista, quien añade que "el mayor peligro es subestimar estos síntomas y dejar que el síndrome avance llegando al coma e incluso a la muerte", expresa.
Así las cosas, el doctor Strocchia sugiere tomar ciertas medidas para evitar un golpe de calor durante la práctica deportiva. "Debemos hidratarnos perfectamente antes, durante y después de ejercitarnos con agua y también con sales minerales en el caso de que la duración se estime superior a una hora o el ejercicio vaya a ser muy intenso", aconseja.
Además, insiste en que la ingesta de líquidos tiene que ser "gradual" y en pequeñas tomas, nunca en grandes cantidades repentinas, y "sin esperar a tener sed".
Asimismo, también considera importante adecuar el ejercicio al estado de forma y, en caso de no estar acostumbrados, evitar las horas de más calor y exposición al sol (horas centrales del día, donde las temperaturas son extremas). "Aunque se esté en forma, es recomendable no realizar esfuerzos extenuantes con temperaturas muy altas", explica. Finalmente, anima a usar prendas técnicas que ayuden a transpirar y ventilar correctamente.
"Estas medidas preventivas son de sentido común, como también el principio de prudencia que tiene que estar presente siempre que realizamos actividades físicas, sobre todo en la naturaleza o al aire libre, cuando sabemos que vamos a soportar temperaturas extremas", insiste el experto.
PAUTAS DE ACTUACIÓN ANTE UN GOLPE DE CALOR
Según el doctor, ante un golpe de calor, es preciso actuar "en cuanto se perciban los primeros síntomas (cansancio, dolor de cabeza, náuseas)". "Si reaccionamos a tiempo, podremos revertir la situación, por eso es importante saber qué hacer ante un golpe de calor".
Por eso, recomienda situar a la persona afectada en un lugar fresco, a la sombra y donde corra el aire, tumbado con los pies en alto; refrescar la piel y, en especial, la cabeza, con compresas húmedas; beber agua poco a poco, añadiendo sales o bebidas isotónicas, para recuperar también las pérdidas de electrolitos con el sudor, como el sodio y el potasio, imprescindibles para los procesos celulares.
"En cambio, no debemos beber líquidos muy fríos, con rapidez y en exceso porque podríamos sufrir hidrocución o colapso térmico diferencial, es decir, un cambio brusco en la temperatura corporal, que puede desencadenar un reflejo de inhibición de la respiración y la circulación, generando una sobrecarga cardíaca que podría ocasionar una parada cardiorrespiratoria", detalla.
Finalmente, quitar la ropa y dar masajes para estimular la circulación cutánea también contribuyen a la termorregulación; así como descansar entre 20 y 30 minutos, al menos, para recuperar la situación.
"Si no se produjera una recuperación notable y sigue la progresión hacia los síntomas más graves o no tenemos medios para hacer bajar la temperatura, tenemos que avisar inmediatamente a los servicios de emergencia", finaliza.