LONDRES 27 Mar. (Reuters/EP) -
Un estudio del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud, grupo respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha cuestionado que la Unión Europea no haya analizado todavía el impacto de la crisis económica en la salud de sus ciudadanos.
En un artículo publicado en el último número de la revista 'The Lancet', los autores de este informe recuerda que los grandes recortes presupuestarios y el aumento del paro han causado un aumento de trastornos mentales como la depresión y la ansiedad, mientras que la pérdida de ingresos también ha favorecido que en algunos países sean más los ciudadanos que no tienen dinero para comprar medicinas o para ser atendidos.
Además, según apuntan, es un hecho que en los últimos años ha aumentado la tasa de suicidios y de algunas enfermedades infecciosas como el VIH o la malaria, tras el brote registrado en Grecia.
La lucha contra estas amenazas hacen necesarios "fuertes sistemas de protección social", según ha explicado el autor principal de este trabajo, el científico Martin McKee, que sin embargo lamenta un "claro problema de negación de los efectos sanitarios de la crisis, a pesar de que son muy evidentes".
"La Comisión Europea tiene la obligación de ver el efecto en la salud de todas sus políticas, pero no ha presentado ningún estudio de impacto sobre los efectos sanitarios de las medidas de austeridad impuestas por la troika", ha denunciado.
En su análisis, McKee detalla el fracaso de los gobiernos europeos y la Comisión Europea para hacer frente a las consecuencias sanitarias de sus políticas y cita el caso excepcional de Islandia, donde pese a sufrir los efectos devastadores de la crisis siguieron invirtiendo en su sistema de bienestar social, lo que ha propiciado unos efectos "ya apreciables" sobre la salud de sus ciudadanos.
Además, McKee y sus colegas informaron de que los sistemas de salud están ahora bajo presión en muchos países europeos, entre ellos España, Portugal y Grecia.
En este sentido, aseguran que existe una tendencia cada vez mayor de los pacientes de retrasar su asistencia sanitaria, a pesar de que esto conlleva peores resultados y mayores costes a largo plazo. Además, recuerdan que en Grecia los hospitales están luchando por mantener los estándares básicos, lo que provoca un aumento de las infecciones resistentes a los antibióticos y el desabastecimiento de algunos medicamentos.