Carmen Casal, enfermera de SEMES: "Llevo 29 años en urgencias y no hay un día en el que no tenga un caso relacionado con el consumo de alcohol"
MADRID, 15 Nov. (EDIZIONES) -
El alcohol forma parte del día a día de muchas personas, sin que éstas lleguen a ser conscientes del daño que esta sustancia, que puede llegar a ser adictiva, puede ocasionar en su salud.
Tal y como evidencia la última 'Monografía sobre alcohol' del Ministerio de Sanidad, el alcohol es uno de los principales factores de riesgo de carga de enfermedad en España, puede ocasionar dependencia, además de contribuir al desarrollo de múltiples problemas de salud y lesiones, incluyendo enfermedades cardiovasculares, hepáticas, neuropsiquiátricas, y enfermedades transmisibles, entre otras.
Pero no queda ahí la cosa porque igualmente dice que existe una "sólida evidencia" de la relación que puede darse entre el alcohol y ciertos tipos de cáncer, "lo que implica que cualquier nivel de consumo aumenta el riesgo de cáncer". "Además, el impacto de su consumo va más allá de la salud de la persona que lo hace, ya que también puede producir daños a terceras personas como lesiones por tráfico, violencia, o Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF)", añade este trabajo liderado por la cartera ministerial de Mónica García.
¿CUÁNTO ALCOHOL CONSUMES?
"La población debe reflexionar sobre el papel que el alcohol ocupa en sus vidas. Reducir o eliminar el alcohol es una decisión que se debe adoptar ya por nuestra salud y por nuestra convivencia", confiesa en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus la vicepresidenta de Enfermería de SEMES Carmen Casal.
Lleva trabajando 29 años en Emergencias y reconoce que no hay un día que pase en el que no tenga un caso relacionado con el consumo de alcohol. "Los casos de alcohol son más frecuentes que cualquier otra intoxicación, que las caídas, o que los accidentes de tráfico. Es el responsable de una cantidad ingente de avisos que, directa o indirectamente, se provoca por consumo de alcohol", subraya esta enfermera.
Además, indica que los casos más preocupantes son los de coma etílico, donde hay una disminución de la consciencia brutal en la persona y que puede tener un problema de obstrucción de la vía área, con el problema añadido del vómito aún estando inconsciente y boca arriba. "La persona puede ahogarse con su propio vómito y puede ser una emergencia vital", añade.
Pero es que también alerta de que, en muchas ocasiones, las personas que llegan con una intoxicación grave de alcohol suelen tener detrás conflictos familiares, sociales, y sobre los que también hay que ofrecer una atención. "El problema es que la gente no tiene conciencia de que sufre un alcoholismo y es importante porque cuando le preguntamos al paciente afirma que consume alcohol. Se piensa que lo normal es tomarse un café y un carajillo en el desayuno, un par de cervezas en el vermú, a la hora de comer una botella de vino, y por la noche otra copa de vino", sostiene Casal.
CUÁL ES EL CONSUMO NORMAL DE ALCOHOL
Así, advierte de que hay muchos estudios que dicen que una copa de vino es buena para la salud, pero avisa de que esto "depende de para quién" y si de si esa persona tiene alguna patología o no. "Lo normal es una tasa de alcohol cero, pero el consumo de alcohol está tan arraigado en nuestra sociedad que muchas veces es muy difícil", añade.
Le preguntamos si tomarnos una caña diaria representa que sufrimos de alcoholismo, y esta enfermera de SEMES apunta que seremos adictos al alcohol cuando si uno de esos días, pese a tu costumbre, no te puedes beber la caña y entonces esto te genera ansiedad, irritabilidad, intranquilidad, etc.
"Una persona es adicta al alcohol cuando éste es el centro de su vida; cuando el alcohol gira en torno a sus relaciones sociales, a sus relaciones familiares, a su forma de ser, y a su trabajo. Si una persona consume todos los días una caña y si no pudiera beberla ese día y no le pasa nada, no le genera ansiedad, ni descontrol, no tiene una adicción a esa caña; ahora bien, si está todo el rato pensando y nervioso con ansiedad, queriendo tomarse esa caña, eso ya es una adicción", resalta la portavoz de la SEMES.
SIGUE HABIENDO MUCHOS CASOS DE JÓVENES
Finalmente, comentamos con esta enfermera de emergencias el caso de los jóvenes, de los que asegura que "siempre están en urgencias" por intoxicaciones etílicas graves, a pesar de que constituyen un grupo muy vulnerable ante el consumo excesivo de alcohol. Dice que sobre todo se dan casos en fechas señaladas, fines de semana y las fiestas, y que en Halloween, por ejemplo, tuvo que atender en plena calle a un menor de 13 años inconsciente, y al que podían haber atropellado, realizado algún tipo de agresión, una persona totalmente vulnerable y que no deja de ser un menor.
"El alcohol para los servicios de urgencias y para el personal sanitario supone una carga bastante importante por la cantidad de casos que atendemos y por el tiempo, energía, y tensión emocional que pueden ocasionar estas situaciones. Vemos que muchos casos son evitables y que están provocando que se utilicen recursos que podrían destinarse a otras emergencias vitales, por ejemplo; aparte de que las intoxicaciones etílicas suelen ir también acompañadas de riesgo para nosotros, con violencia o agresividad de los pacientes", agrega.
Lamenta Carmen Casal que actualmente el alcohol sea una "droga socialmente aceptada e incluso banalizada", y esté tan inmersa en nuestra sociedad. "Con las Navidades cerca, ¿cómo no vamos a brindar con champán?, por ejemplo", se pregunta.
Finalmente, hace hincapié de que en España se necesita educación sanitaria y campañas publicitarias anuales que desmitifiquen el consumo de alcohol. A su vez, lanza un mensaje a las instituciones para que les ayuden en la creación de la especialidad de enfermería de urgencias y emergencias. "Merecemos una formación estándar y homogénea en todo el territorio nacional, y un reconocimiento para garantizar una mejor atención a la ciudadanía", agrega.