Cuando las hormonas se rebelan: así actúan los tumores neuroendocrinos

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Archivo - Páncreas - PANUWAT DANGSUNGNOEN/ ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 30 mayo 2025 8:35

   MADRID, 30 May. (EDIZIONES) -

   Los tumores neuroendocrinos son un tipo de cáncer que se origina en las células neuroendocrinas, que son unas células que están diseminadas por todo el organismo y comparten características con las células endrocrinas y con las células neurales, y que pueden desarrollarse en cualquier parte del organismo.

   "Las células neuroendocrinas se caracaterizan por producir una serie de moléculas que tienen función hormonal. Estos compuestos se almacenan en los gránulos de secreción, dentro de las células, y son vertidos a la sangra produciendo su efecto en la misma célula, en las de su alrededor, o bien a través del sistema circulatorio. (...) Su función es ejercer un control sobre distintas células del organismo para que cada hormona actúe sobre unos determinados tejidos de forma específica para mantener el correcto funcionamiento del organismo", explica la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

   Pero un aspecto destacable sobre los mismos es su incidencia, dado que ha aumentado de forma progresiva en los últimos años, entre otros puntos, por una mejor identificación de los casos, gracias una mejoría en las técnicas diagnósticas, según resalta esta sociedad científica.

   En concreto, apunta que los tumores neuroendocrinos son relativamente poco frecuentes, con una incidencia anual ajustada por edad aproximadamente 7 casos por 100.000 habitantes.

   Además, la SEOM resalta que no se conocen con exactitud las causas que producen la aparición de estos tumores, y destaca que "su prevalencia es significativa debido a la historia natural de la mayoría de estos tumores, de lento crecimiento y de larga supervivencia".

CÓMO SE DIFERENCIAN DE OTRAS NEOPLASIAS

   Para conocerlos un poco mejor entrevistamos en Europa Press Salud Infosalus a la doctora Elia Martínez, oncóloga del Hospital Universitario de Fuenlabrada, quien indica que los tipos de tumores neuroendocrinos más frecuentes son los digestivos, los gastroentero-pancreáticos, que están originados en el intestino delgado y en el páncreas; si bien precisa que se pueden originar en cualquier órgano (pulmón, esófago, estómago, entre otros).

   A su vez, señala que estas neoplasias se diferencian de otros tipos de tumores por sus características histológicas, por su comportamiento desde el punto de vista clínico, por sus características radiológicas, y también debido a las diferentes presentaciones clínicas que son derivadas de la secreción hormonal.

PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO

   Tal y como asevera la SEOM, la mayor parte de los tumores neuroendocrinos son no hereditarios y esporádicos, ni presentan una causa o factores de riesgo conocidos. No obstante, algunos casos sí que pueden aparecer fruto de un síndrome hereditario, cuando existen ciertas mutaciones germinales que pueden ser transmitidas de generación en generación.

   Entre estos, resalta la doctora Elia Martínez, se encontrarían los síndromes de neoplasia endocrina múltiple o MEN, de herencia autosómica dominante, y con potencial afectacón de múltiples órganos.

SÍNTOMAS MÁS COMUNES DE LOS TUMORES NEUROENDOCRINOS

   Los síntomas más frecuentes de los tumores neuroendocrinos, según apunta esta oncóloga del Hospital Universitario de Fuenlabrada, suelen derivar:

   ·De su localización: pueden ser síntomas a nivel intestinal, como por ejemplo cuadros suboclusivos.

   ·Debidos a la producción hormonal: como ocurre, fundamentalmente, con los tumores pancreático-funcionantes (que generan hormonas que salen a la sangre).

   En este punto, esta oncóloga reconoce que, a veces, su diagnóstico es "difícil" porque se presentan de forma clínica muy larvada durante mucho tiempo, y con síntomas "muy inespecíficos".

PRINCIPALES VÍAS DE TRATAMIENTO

   No obstante, esta doctora resalta que el único tratamiento curativo a día de hoy sobre los tumores neuroendocrinos es la cirugía, y siempre que la enfermedad esté localizada. "Si la enfermedad está avanzada, los tratamientos que utilizamos generalmente son: fármacos análogos de la somatostatina (Octeótrido o Lanreótido), que reducen la producción hormonal y la proliferación celular; técnicas o tratamientos que usan radioligandos unidos a análogos de somatostatina (Lutecio 177); y también otros fármacos por vía oral, como son los inhibidores de la tirosina quinasa, o 'inhibidores mTOR', que han demostrado eficacia e incremento de la supervivencia", añade.

   En este sentido, la oncóloga Elia Martínez surbaya que la cirugía en enfermedad metastásica puede tener un papel en el control tumoral, así como técnicas locales, como radiofrecuencia, o embolizaciones hepáticas.

    Finalmente, esta especialista quiere aclarar que cuando se hace referencia a los tumores neuroendocrinos se habla de los tumores de bajo grado (g1 y g2), diferentes de los carcinomas neuroendocrinos, "que son una entidad aparte, que tiene un comportamiento mucho más agresivo, y que también pueden originarse en cualquier órgano, y tienen un tratamiento diferente".

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