MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los trasplantes de microbiota fecal (TMF) han ganado popularidad como una solución innovadora para tratar enfermedades intestinales, metabólicas e incluso neurológicas. Cabe contextualizar que el TMF consiste en transferir microbios presentes en las heces de una persona sana a una enferma, con la esperanza de restablecer un equilibrio saludable en el microbioma intestinal.
TRASPLANTE DE MICROBIOTA FECAL, ¿POR QUÉ SE USA?
Así, los trasplantes de microbiota fecal (TMF) se han considerado un posible tratamiento para diversas afecciones, desde enfermedades inflamatorias intestinales, obesidad y diabetes tipo 2 hasta autismo.
Una nueva investigación de la Universidad de Chicago (Estados Unidos) advierte contra el uso generalizado de trasplantes de microbiota fecal (TMF) debido a las posibles consecuencias no deseadas y duraderas para la salud de los receptores. Los datos al respecto se publican en 'Cell'.
ENTONCES, ¿ES BUENO O MALO EL TRASPLANTE DE HECES?
Los investigadores señalan que, dado que las heces contienen principalmente microbios anaeróbicos del colon (es decir, que no toleran el oxígeno), el TMF puede causar desequilibrios en el ecosistema intestinal cuando estas bacterias colonizan el intestino delgado y otras partes del sistema digestivo.
En experimentos con ratones y estudios con muestras de tejido humano, los investigadores que llevaron a cabo el nuevo estudio observaron que los microbios anaeróbicos del colon no solo colonizaron el intestino delgado tras un solo trasplante, sino que persistieron allí durante meses. Estos microbios también modificaron sus nuevos entornos intestinales para su beneficio, terraformándolos de maneras que provocaron cambios en el metabolismo, el comportamiento y el equilibrio energético del receptor.
"Creo que esto es una especie de llamada de atención para el campo: quizá no deberíamos introducir a la ligera microbios del intestino grueso en diferentes partes del intestino que no deberían estar ahí", reflexiona Orlando (Landon) DeLeon, investigador postdoctoral en la Universidad de Chicago y autor principal del nuevo estudio.
"Si diseñamos buenas terapias, debemos ser conscientes de la importancia de adaptar la microbiota regional a sus entornos adecuados, para así ofrecer mejores beneficios para la salud en general", afirma.
¿ESTA APROBADO ESTE TRATAMIENTO?
El TMF está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés), igual que en España por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), únicamente para el tratamiento de infecciones recurrentes por Clostridium difficile (C. diff), una bacteria oportunista que suele causar síntomas gastrointestinales graves e inflamación en pacientes hospitalizados que han recibido antibióticos.
Tras el éxito en el tratamiento de pacientes con C. diff , muchos médicos se han mostrado interesados en utilizar el TMF para tratar otras afecciones digestivas. Los investigadores comprenden que la salud del microbioma intestinal puede afectar a todos los órganos y sistemas vitales del cuerpo, por lo que la idea es que reemplazar un microbioma intestinal "enfermo" por uno "sano" podría solucionar el problema de una sola vez.
Sin embargo, el intestino no es simplemente un entorno consistente con la misma microbiota en todas partes, sino que tiene varias regiones distintas que son ecosistemas microbianos muy diferentes, cada uno diseñado para microbios específicos que pueden proporcionar funciones vitales para la salud de su huésped.
Para evaluar los efectos del TMF en diferentes partes del intestino, DeLeon y sus colaboradores realizaron una serie de experimentos con ratones. A un grupo de ratones se le administró un trasplante de microbios extraídos del yeyuno, la primera porción del intestino delgado. A un segundo grupo se le administró un TMF estándar, y a un tercer grupo se le administró un trasplante del ciego, una sección que conecta el intestino delgado con el grueso, que contiene una mezcla de microbios de ambos.
Los receptores de TMF suelen recibir primero un tratamiento con antibióticos para eliminar los microbios que viven en el intestino, dejando así un espacio libre para que los microbios recién trasplantados se instalen, aunque a veces, sin embargo, en los lugares equivocados. Las pruebas demostraron que los microbios de cada uno de estos trasplantes colonizaron con éxito la totalidad del tracto intestinal de los ratones, no solo sus nichos nativos. Esto generó desajustes intestinales regionales que persistieron hasta tres meses después de un solo trasplante.
Los microbiomas alterados también modificaron la producción de metabolitos en cada región intestinal, lo cual puede tener efectos sobre la salud del huésped. Los investigadores observaron cambios en el metabolismo hepático, incluyendo la actividad de genes asociados con la función inmunitaria. También observaron diferencias en los hábitos alimentarios, la actividad y el gasto energético de los ratones tras los trasplantes.
El hallazgo más sorprendente fue que la presencia de microbios inadecuados en el lugar equivocado transformó la identidad del tejido para hacerlo más adecuado para ellos. DeLeon observó que los desajustes modificaban la expresión de genes y proteínas en el revestimiento intestinal de maneras que se asemejaban más a los niveles de expresión de las regiones intestinales originales o nativas de los microbios.
CÓMO LOS DIFERENTES MICROBIOS EJERCEN SU INFLUENCIA
De esta forma, esta investigación resalta la necesidad de tener más precaución con el FMT antes de comprender completamente los efectos a largo plazo de introducir un conjunto de microbios en un nuevo entorno.
DeLeon planea seguir estudiando cómo los diferentes microbios ejercen su influencia en distintas partes del intestino, utilizando diferentes enfoques como la secuenciación unicelular y la metabolómica para rastrear su actividad. También está explorando cómo las regiones intestinales terraformadas por desajustes en la microbiota pueden restaurarse a su estado original, lo que podría ayudar a restaurar la función intestinal normal. Este conocimiento más profundo podría conducir a mejoras en la aplicación de los trasplantes microbianos, ayudándolos a cumplir con su importante promesa.
El estudio, 'Los desajustes de la microbiota regional de los trasplantes de microbiota fecal promueven consecuencias persistentes y no deseadas para el huésped', fue apoyado por los Institutos Nacionales de Salud/Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales y la Fundación de Investigación GI de UChicago.