Crean un fármaco que repara el ADN y podría revolucionar la cicatrización del corazón

Archivo - ADN
Archivo - ADN - UGR - Archivo
Infosalus
Publicado: jueves, 4 diciembre 2025 7:46

   MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

Imagina un tratamiento capaz de reparar el ADN dañado y ayudar al cuerpo a sanar desde dentro, sin necesidad de células madre. Suena a ciencia ficción, pero un equipo de científicos ha dado un paso sorprendente hacia esa posibilidad, abriendo la puerta a una nueva forma de pensar sobre la curación de tejidos.

    Durante décadas, los investigadores han estudiado cómo regenerar órganos dañados, desde el corazón hasta tejidos afectados por inflamación o enfermedades autoinmunes. Este avance promete cambiar la manera en que entendemos la reparación del cuerpo, ofreciendo un enfoque innovador que combina genética y biología celular.

TY1: EL ARN QUE PODRÍA CAMBIAR LA MEDICINA

   Científicos de Cedars-Sinai (Estados Unidos) han desarrollado un fármaco experimental que repara el ADN y sirve como prototipo para una nueva clase de medicamentos que corrigen el daño tisular causado por un ataque cardíaco, una enfermedad inflamatoria u otras afecciones. Los investigadores describen el funcionamiento del fármaco, llamado TY1, en un artículo publicado en 'Science Translational Medicine'.

   "Al investigar los mecanismos de la terapia con células madre, descubrimos una manera de sanar el cuerpo sin usar células madre", desarrolla Eduardo Marbán, director ejecutivo del Smidt Heart Institute en Cedars-Sinai y autor principal del estudio. "TY1 es el primer exómero: una nueva clase de fármacos que abordan el daño tisular de maneras inesperadas".

TY1 es una versión de laboratorio de una molécula de ARN presente de forma natural en el cuerpo. El equipo de investigación logró demostrar que TY1 potencia la acción de un gen llamado TREX1, que ayuda a las células inmunitarias a eliminar el ADN dañado. De esta manera, TY1 repara el tejido dañado.

   El desarrollo de TY1 ha llevado más de dos décadas. Comenzó cuando el laboratorio anterior de Marbán en la Universidad Johns Hopkins desarrolló una técnica para aislar células progenitoras del corazón humano. Al igual que las células madre, las células progenitoras pueden convertirse en nuevo tejido sano, pero de forma más específica. Las células progenitoras cardíacas, por ejemplo, promueven la regeneración del corazón.

CÓMO UN PEQUEÑO EXOSOMA ENSEÑA A LAS CÉLULAS A SANAR

   Posteriormente, en el laboratorio de Marbán en Cedars-Sinai, Ahmed Ibrahim, descubrió que estas células progenitoras cardíacas liberan diminutos sacos llenos de moléculas llamados exosomas. Estos sacos contienen moléculas de ARN que ayudan a reparar y regenerar el tejido dañado.

   "Los exosomas son como sobres con información importante", detalla Ibrahim, profesor asociado del Departamento de Cardiología del Instituto Cardíaco Smidt y primer autor del artículo. "Queríamos descomponer estos mensajes codificados y determinar qué moléculas eran, en sí mismas, terapéuticas".

Los científicos secuenciaron genéticamente el material de ARN dentro de los exosomas. Descubrieron que una molécula de ARN era más abundante que las demás, lo que indicaba que podría estar involucrada en la cicatrización de tejidos. Los investigadores descubrieron que la molécula de ARN natural era eficaz para promover la cicatrización tras infartos en animales de laboratorio. TY1 es la versión sintética y modificada de esta molécula de ARN, diseñada para imitar la estructura de los fármacos de ARN aprobados que ya se encuentran en la práctica clínica. TY1 actúa aumentando la producción de células inmunitarias que revierten el daño al ADN, un proceso que minimiza la formación de tejido cicatricial tras un infarto.

   "Al mejorar la reparación del ADN, podemos sanar el daño tisular que se produce durante un infarto", informa Ibrahim. "Estamos especialmente entusiasmados porque TY1 también funciona en otras afecciones, como las enfermedades autoinmunes que provocan que el cuerpo ataque por error el tejido sano. Este es un mecanismo completamente nuevo para la cicatrización de tejidos, que abre nuevas opciones para diversos trastornos". Los investigadores planean a continuación estudiar TY1 en ensayos clínicos.

Contador

Contenido patrocinado