MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El director del departamento de Física, Química y Biología del Instituto Weizmann de Israel, Lucio Frydman, ha avisado de que el Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, está dejando secuelas neurológicas, cognitivas y motoras "inexplicables".
Frydman se ha pronunciado así en una conferencia 'on line' organizada por la Fundación Ramón Areces, colaboración con el Instituto Weimann, desde su departamento en Rejovot (Israel) sobre 'La resonancia magnética en el tiempo y el espacio'.
"En estos momentos, la resonancia magnética nos está siendo muy útil para intentar explicar una serie de problemas y secuelas neurológicas del Covid-19 que van desde problemas cognitivos y de coordinación motora hasta dolores cervicales de origen nervioso", ha añadido.
Asimismo, se ha referido a las dificultades que están teniendo los equipos médicos para poder atender a los pacientes con Covid-19 a la hora de someterles a este tipo de pruebas por la complicación de desinfectar estas complejas máquinas para así evitar que el siguiente paciente se contagie.
"Al final, por lo que aprendimos de lo ocurrido en Italia el pasado mes de marzo, lo más oportuno es destinar una de estas máquinas de resonancia magnética en exclusiva a la zona Covid-19 del hospital", añade.lo más oportuno es destinar una de estas máquinas de resonancia magnética en exclusiva a la zona Covid-19 del hospital. Lo más oportuno es destinar una de estas máquinas de resonancia magnética en exclusiva a la zona Covid-19 del hospital", ha dicho.
Sobre el poder de estas tecnologías aplicadas a la medicina, el profesor Frydman ha explicado durante su conferencia que la resonancia magnética ya es capaz de leer el pensamiento. "El funcionamiento del cerebro nos dice que necesita que le demos todo el tiempo de comer, que lo estemos alimentando continuamente, y eso cambia las propiedades magnéticas de las diferentes zonas con el paso de los años y las décadas", ha explicado.
De hecho, prosigue, los departamentos de psicología llevan 20 años investigando qué partes del cerebro se ocupan de cada tipo de pensamientos, cuál de los más emocionales, cuál de los más impulsivos o cuál de los más reflexivos. "Muchas veces se le hace un examen y se leen estas funciones mientras se les hacen preguntas a los pacientes y, según las respuestas, se puede apreciar si esa respuesta fue impulsiva, si existe empatía con la persona que realiza la pregunta, por lo que no nos permite aún leer el pensamiento como quien lee un libro, pero sí se pueden discernir ya algunas cosas que son y no son sobre los pensamientos humanos", ha asegurado.