MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
La infección por el virus pandémico SARS-CoV-2 puede reducir el número de especies bacterianas en el intestino de un paciente, y la menor diversidad crea un espacio para que prosperen los microbios peligrosos, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Nature Communications'.
El estudio parte de la constatación de que el uso generalizado de antibióticos para combatir las infecciones por bacterias causantes de enfermedades en las últimas décadas, al acabar con las especies más vulnerables a los fármacos disponibles, ha dejado en su lugar más especies resistentes a los antibióticos. Además, las alteraciones en las proporciones de las bacterias intestinales se han vinculado previamente a una COVID-19 más grave.
Sin embargo, según los investigadores, hasta ahora no estaba claro qué fue lo primero, si la infección por coronavirus que alteró el microbioma intestinal o si un intestino ya debilitado hizo al organismo más vulnerable al virus.
El nuevo estudio parece favorecer la primera explicación, señalan los investigadores. También ha revelado que las especies resistentes a los antibióticos pueden pasar al torrente sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de que los pacientes sufran infecciones secundarias potencialmente mortales.
Dirigida por investigadores de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos), la investigación incluyó a 96 hombres y mujeres hospitalizados con COVID-19 en 2020 en la ciudad de Nueva York y en New Haven.
Los resultados mostraron que la mayoría de los pacientes tenían una baja diversidad del microbioma intestinal, con una cuarta parte completa dominada por un solo tipo de bacterias. Al mismo tiempo, las poblaciones de varios microbios conocidos por incluir especies resistentes a los antibióticos aumentaron, posiblemente debido al uso generalizado de antibióticos al principio de la pandemia.
También se observó que estas bacterias resistentes a los antibióticos encontradas en el intestino habían migrado al torrente sanguíneo en el 20% de los pacientes. Los autores del estudio señalan que es necesario seguir investigando para descubrir por qué este grupo tenía un mayor riesgo de sufrir una infección secundaria, mientras que otros permanecían protegidos.
"Nuestros hallazgos sugieren que la infección por coronavirus interfiere directamente con el equilibrio saludable de los microbios en el intestino, poniendo en peligro a los pacientes en el proceso --destaca el coautor del estudio y microbiólogo Ken Cadwell--. Ahora que hemos descubierto el origen de este desequilibrio bacteriano, los médicos pueden identificar mejor a los pacientes con coronavirus que corren más riesgo de sufrir una infección secundaria del torrente sanguíneo".
El nuevo estudio es el primero que demuestra que la infección por coronavirus por sí sola, y no el uso inicial de antibióticos para tratar la enfermedad como pensaban otros expertos, daña el microbioma intestinal, afirma Cadwell, también profesor de los departamentos de Microbiología y Medicina de NYU Langone Health. Añade que el estudio también proporciona la primera prueba de que las mismas bacterias del intestino también entran en el torrente sanguíneo de los pacientes, causando peligrosas infecciones.
Para la investigación, los investigadores infectaron primero a docenas de ratones con el coronavirus y analizaron la composición de las especies bacterianas en sus muestras de heces. Este paso les permitió desentrañar si el coronavirus podía alterar directamente el microbioma independientemente de la hospitalización y el tratamiento.
A continuación, recogieron muestras de heces y análisis de sangre de pacientes con COVID-19 en los hospitales NYU Langone Health y la Universidad de Yale para evaluar la composición de la microbiota intestinal y la presencia de una infección secundaria. Si algún grupo de bacterias constituía la mayoría de las que vivían en el intestino, se consideraba dominante.
"Nuestros resultados ponen de manifiesto cómo el microbioma intestinal y las distintas partes del sistema inmunitario del organismo están estrechamente interconectados --afirma el autor principal del estudio, el doctor Jonas Schluter, profesor adjunto del Departamento de Microbiología de la NYU Langone y miembro de su Instituto de Genética de Sistemas--. Una infección en uno de ellos puede provocar trastornos importantes en el otro".
Schluter advierte de que, dado que los pacientes recibieron diferentes tipos de tratamientos para su enfermedad, la investigación no pudo dar cuenta por completo de todos los factores que pueden haber contribuido a la alteración de su microbioma y a empeorar su enfermedad.
Según anuncia, el equipo del estudio tiene previsto examinar a continuación por qué ciertas especies microbianas son más propensas a escapar del intestino durante la COVID-19. Los investigadores afirman que también pretenden explorar cómo interactúan los distintos microbios, lo que puede contribuir a esta migración al torrente sanguíneo.