El coste total directo al año del linfoma cutáneo de células T supera los 78 millones de euros, según estudio

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Publicado: martes, 5 diciembre 2023 13:18

MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

El coste total directo anual del linfoma cutáneo de células T (LCCT) del tipo micosis fungoide (MF) y síndrome de Sézary (SS) supera los 78 millones de euros en España, siendo el más elevado de todas las afecciones dermatológicas, según un estudio en el que han participado 23 dermatólogos y hematólogos de 15 hospitales públicos españoles.

El estudio 'Micados', desarrollado por la farmacéutica Kyowa Kirin con la participación de 141 pacientes con LCCT, manifiesta además que el 81 por ciento de estos costes son atribuidos a pacientes en estadio I (63.682.692 euros) ; el 7 por ciento al estadio II (5.806.034 euros); el 6 por ciento al estadio III (4.458.758 euros), y el 6 por ciento al estadio IV (4.353.687 euros).

El coste médico directo global anual de MF/SS (78.301.171€), el 42% correspondió a tratamientos farmacológicos, 37% a tratamientos no farmacológicos, 13% fueron costos derivados de visitas e ingresos, 6% costos asociados con pruebas de laboratorio y 2% costos de imágenes.

Por otro lado, los costes directos anuales medios por paciente son de 34.214 euros, siendo de 11.952,47 euros en estadio I; 23.506,21 euros en estadio II; 38.771,81 euros en estadio III y 72.748,84 euros en estadio IV. De esta manera, el coste es hasta seis veces superior en estadio IV que en estadio I.

El estudio señala que la diferencia entre el coste total y el coste medio por paciente entre estadios se debe al número de afectados. En esta línea, a pesar de que el estadio I tiene un coste medio menor por paciente, tiene un mayor coste total por su elevado número de afectados. De esta manera, el grupo IV tiene un mayor coste medio por paciente frente a un menor coste total por su bajo número de afectados.

Asimismo, el estudio concluye una relación entre los estadios de mayor gravedad, unos costes medios por paciente más elevados pero un menor número de estos; frente a los estadios de menor gravedad, unos costes menores por paciente pero un mayor número de afectados.

El tipo de recurso sanitario que más contribuye a los costes directos totales de la enfermedad son los tratamientos no farmacológicos, seguido de los tratamientos farmacológicos y, en menor proporción, visitas e ingresos hospitalarios. De esta manera, en el estadio I el mayor porcentaje del gasto fueron los costes no farmacológicos, frente al estadio IV, donde el mayor porcentaje corresponde a los tratamientos farmacológicos.

El coordinador de este estudio y jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, el doctor Pablo Ortiz Romero, señala que el conocimiento de estos costes permite a los profesionales sanitarios dimensionar mejor las necesidades de los pacientes, además de "prever los recursos que van a ser necesarios para poder ayudarles de modo correcto".

Los expertos colaboradores en esta investigación concluyen que, en futuras evaluaciones, los costes del paciente y los costes indirectos debidos a la pérdida de productividad deberán considerarse para describir el impacto social real de la enfermedad.