Cosas a tener en cuenta sobre la cefalea en racimos, un dolor de cabeza que afecta más a los hombres

Archivo - Migraña, dolor de cabeza
Archivo - Migraña, dolor de cabeza - PIXELSEFFECT/ ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 18 junio 2024 8:34

   MADRID, 18 Jun. (EDIZIONES) -

   La cefalea en racimos o cefalea de Horton es un tipo de dolor de cabeza extremadamente doloroso, caracterizado por producirse en episodios de ataques frecuentes, conocidos como ‘racimos’, que se intercalan con periodos libres de dolor; pero también es una cefalea poco frecuente, que afecta a 1 de cada mil personas, y que es hasta 7 veces más habitual en hombres respecto a mujeres; si bien las causas de este predominio masculino no están claras en la actualidad.

   Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), hay 50.000 españoles que padecen esta enfermedad. "Es un dolor muy intenso en un lado de la cabeza que, a menudo, afecta a la misma zona alrededor de uno de los ojos y, que suele asociar enrojecimiento del mismo, inflamación y caída del párpado, así como lagrimeo y congestión nasal", detalla en una entrevista con Infosalus Jorge Máñez-Miró, neurólogo del Instituto de Neurociencias Vithas en Valencia, y especialista del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.

   Las crisis de dolor tienden a aparecer en ‘racimos’ o ‘brotes’ que ocurren durante muchos días de forma consecutiva, tal y como asegura este experto, y dice que generalmente tienen lugar en la misma época del año en cada paciente, o en casos más graves varias veces al año. "Dentro de estos brotes de crisis en un mismo día, estos se suceden de forma repetida (a menudo al poco rato de quedarnos dormidos o al despertar por la mañana) y en varios episodios dolorosos, con una duración de entre 15 minutos y 3 horas", añade el doctor.

¿CUÁLES SON SUS POSIBLES CAUSAS?

   No se conoce la causa, afirma este neurólogo, y concreta que los patrones de las cefaleas en racimos asociados al sueño sugieren una relación con el hipotálamo, que es una zona cerebral que controla el ritmo circadiano, actuando como una especie de "reloj biológico" del cuerpo.

   "Las primeras crisis suelen aparecer por primera vez en la adolescencia y la juventud y la mayoría de los pacientes son hombres entre 20 y 50 años; aunque puede suceder a cualquier edad", agrega Jorge Máñez-Miró.

   Aunque la cefalea en racimos no suele ser hereditaria ni se ha identificado un gen causante, tal y como prosigue este neurólogo de Vithas, el tener un familiar de primer grado afectado sí hace más probable desarrollarla. "Otros factores de riesgo para su desarrollo y/o potenciales desencadenantes de las crisis serían: aumento de los niveles de histamina o serotonina, el consumo de tabaco, y el alcohol o el estrés", agrega.

EL DIAGNÓSTICO A VECES ES DIFÍCIL

   Uno de los principales problemas que existen con las cefaleas en racimos es que casi la mitad de los pacientes no reciben un primer diagnóstico correcto, están infradiagnosticadas, ¿esto por qué es así y es tan díficil a veces lograr el diagnóstico?

   El doctor Máñez señala a este respecto que, a menudo, las cefaleas de forma general se infra-diagnostican porque se asume el dolor de cabeza como algo normal o propio del estrés, o incluso propio de la familia (particularmente en el caso de las migrañas), y no se busca atención especializada por Neurología.

   La SEN calcula que anualmente se diagnostican hasta mil nuevos casos de esta cefalea, en pacientes entre los 20 y los 40 años, si bien lamenta esta institución que más de la mitad de los pacientes (57%) reciben diagnósticos erróneos, y suele darse un retraso en el diagnóstico que en algunos casos puede superar los tres años.

El diagnóstico de la cefalea en racimos es clínico, tal y como asegura el neurólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, y se basa en la información que aporta el paciente en la consulta, ya sea de forma espontánea; o bien en la entrevista dirigida con respecto a la zona y el tipo de dolor de cabeza, los síntomas asociados (como ojo rojo, párpado caído o lagrimeo, por ejemplo); así como el inicio, frecuencia y duración de las crisis de dolor, así como los posibles desencadenantes.

   "También es obligatorio realizar una prueba de imagen cerebral, como una resonancia magnética, para descartar otras patologías", afirma el doctor Jorge Máñez-Miró, neurólogo del Instituto de Neurociencias Vithas en Valencia.

LAS OPCIONES DE TRATAMIENTO PARA ESTE TIPO DE CEFALEAS

   En última instancia, este doctor subraya que para el tratamiento de cada crisis se utilizan antiinflamatorios y triptanes, como los empleados en la migraña; y en particular, dice que en el caso de este dolor responde especialmente a la administración de ‘oxígeno puro al 100%’. Además, según añade, para acortar la duración de un "racimo" o brote de episodios se utiliza una pauta de corticoesteroides de varias semanas.

   "En los casos más graves, cuando la cefalea en racimos es ‘crónica’, se intenta prevenir la aparición de las crisis de dolor. En este último caso, la medicación es diaria para reducir la frecuencia y la intensidad de las crisis, a la vez que para retrasar o evitar la aparición de los ‘racimos’, empleándose fármacos que buscan modular la actividad vascular cerebral y neuronal, como los betabloqueantes, los antagonistas del calcio, o algunos antiepilépticos. Algunas técnicas quirúrgicas en centros de referencia quedan reservadas a casos refractarios a los tratamientos orales", resalta el doctor e investigador del Instituto de Neurociencias Vithas en Valencia.

   Desde la SEN añaden en este punto que "hasta un 20% de los pacientes con cefalea en racimos padecen cefalea crónica y que aproximadamente un 10% de las formas crónicas son refractarias a los fármacos".