BARCELONA 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Barcelona Brain Health Initiative (BBHI) del Institut Guttmann ha concluido que, "paradójicamente", la sensación de soledad de la población disminuyó al empezar el confinamiento por la pandemia de Covid-19 en marzo de 2020.
En un comunicado este jueves, la institución ha explicado que el número de personas que se sentían socialmente excluídas en España se redujo en los 10 días posteriores a que las autoridades decretaran la obligación de quedarse en casa para mitigar los contagios, incluso entre las personas que vivían solas.
Los expertos atribuyen este cambio, en un artículo publicado en 'BJPsych Open', "a las muestras de solidaridad colectiva y a las muchas actividades virtuales puestas en marcha para mantener el contacto con el exterior durante la pandemia".
"El aplauso a los profesionales sanitarios cada día a las 20 horas, los encuentros virtuales para comer, jugar, o simplemente hablar un rato, o hasta las llamadas a la unidad desde las campañas institucionales podrían haber jugado un papel importante en esta reducción", ha sostenido el director científico del BBHI y catedrático de Neurología de la Harvard Medical School, Álvaro Pascual-Leone.
El sentimiento que más se redujo fue el de la exclusión, algo que los expertos atribuyen a que "no había opción de mantener las relaciones presenciales", combinado con el hecho de saber que el resto de personas se encontraban en la misma situación.
El Institut ha apuntado que los resultados "se pueden aplicar a futuros programas de prevención de la soledad que contemplen medidas más allá de ampliar la red de contactos física de cada individuo".
"Los programas de prevención deberían incorporar o fortalecer el uso del mundo digital de una forma creativa para crear nuevas herramientas de apoyo social", ha valorado el investigador principal del BBHI, David Bartrés-Faz.
El trabajo se realizó con 1.064 voluntarios del BBHI --un proyecto de investigación destinado a conocer cómo se puede mantener la salud cerebral-- que respondieron una encuesta de salud mental con preguntas que ya habían contestado uno o dos años antes de la pandemia.