MADRID 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes que padecen diabetes tipo 2 u obesidad tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer, así como un peor pronóstico cuando la enfermedad ya se ha manifestado y confluyen ambas patologías, según ha señalado el doctor Enrique Palacio, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria en el marco del simposio 'Seguridad de análogos de insulina'.
En España se estima que la diabetes tipo 2 afecta a 4,6 millones de personas; que aproximadamente la tercera parte de ellas no están diagnosticadas, y que prácticamente la mitad de los pacientes con diabetes son obesos.
Por este motivo, este experto señala que estos pacientes deben controlar el peso para conseguir un mejor control metabólico, "lo que a su vez resulta mucho más fácil si tiene un peso adecuado que si padece sobrepeso". Asimismo, ha explicado que "la obesidad y el sobrepeso aumentan la probabilidad de padecer hipertensión, colesterol o patología cardiovascular".
Los datos disponibles hasta la actualidad indican que el 60 por ciento de los pacientes no alcanza un control óptimo de la enfermedad, es decir, de los 246 millones de personas que padecen diabetes tipo 2 en el mundo, en torno a 150 millones tienen un nivel de glucosa en sangre superior al objetivo.
Al respecto, este experto ha recordado que "el control de los niveles de glucosa en el paciente con diabetes es fundamental, dado que no alcanzar un control metabólico puede suponer lesiones en múltiples tejidos, entre ellos, la retina, los riñones y el sistema cardiovascular. Las personas con diabetes, por ejemplo, tienen entre 15 y 40 veces más riesgo de sufrir una amputación de extremidades inferiores, y aumentan la posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular".
Durante el encuentro, celebrado en Santa Cruz de Tenerife con la colaboración de Novo Nordis, el doctor Arturo Rolla, profesor de Medicina Clínica en la Universidad de Harvard en Boston, Massachusetts, asegura que "el hecho de que la obesidad y la diabetes aumenten el riesgo de cáncer podría ser debido a la actividad trófica de la insulina, en general".
Por este motivo, recuerda la importancia de controlar las glucemias y de la hemoglobina glicosilada que, como señala, además "disminuye las complicaciones crónicas de la diabetes".
Para un control terapéutico óptimo han recordado que los análogos de insulina han mejorado el tratamiento de la diabetes en los últimos años, hasta tal punto que se han convertido en la opción terapéutica más eficaz.
Según Rolla, "los análogos de acción rápida permiten un mejor control de la glucemia postprandial con la conveniencia de que los pacientes se pueden inyectar antes de las comidas, mientras que por su parte, los análogos de larga duración mejoran la calidad de vida de los pacientes, dada su menor variabilidad ya que duran 24 horas y no tienen un pico de actividad muy acusado".