MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
La contaminación del aire puede dañar la vista de los niños, pero un aire más limpio ayuda a proteger e incluso mejorar su visión, especialmente en los niños más pequeños, revela un nuevo estudio de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).
Al publicar sus hallazgos en 'PNAS Nexus' los expertos señalan que, si bien la genética y los factores del estilo de vida (como el tiempo frente a pantallas de dispositivos electrónicos) juegan un papel importante en si los niños tienen miopía, los factores ambientales como la contaminación del aire también importan. Así, los investigadores han descubierto que la exposición a niveles más bajos de contaminantes del aire, específicamente dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas finas (PM2.5), está asociada con la capacidad de los niños para ver sin gafas.
Además, sus hallazgos sugieren que reducir la exposición a estos contaminantes podría ayudar a retrasar la progresión de la miopía (cuando los objetos distantes se ven borrosos). Esta afección es cada vez más común en niños, especialmente en Asia Oriental.
LOS NIÑOS DE ZONAS CON AIRE MÁS LIMPIO TENÍAN MEJOR VISIÓN
Mediante técnicas avanzadas de aprendizaje automático, el equipo examinó cómo interactúan los factores ambientales, genéticos y de estilo de vida para influir en el desarrollo visual de los niños. Los investigadores descubrieron que los niños que vivían en zonas con aire más limpio tenían mejor visión, tras considerar otros factores.
Además, descubrieron que los estudiantes de primaria son especialmente sensibles a la contaminación atmosférica. Estos niños más pequeños mostraron las mayores mejoras en su agudeza visual sin corrección al exponerse a un aire más limpio. Por el contrario, los estudiantes mayores y aquellos con alta miopía se vieron menos afectados por los cambios ambientales y su visión estuvo más fuertemente influenciada por factores genéticos, lo que sugiere que una acción temprana (antes de que los problemas de visión se agraven) puede hacer una diferencia real.
El profesor Zongbo Shi, de la Universidad de Birmingham, quien cosupervisó este estudio, comenta: "Si bien la genética y el tiempo frente a la pantalla se reconocen desde hace tiempo como contribuyentes a la miopía infantil, este estudio es uno de los primeros en aislar la contaminación del aire como un factor de riesgo significativo y modificable.
EL AIRE CONTAMINADO PUEDE CAUSAR INFLAMACIÓN EN LOS OJOS
El aire limpio no solo se trata de la salud respiratoria, sino también de la salud visual. Los resultados muestran que mejorar la calidad del aire podría ser una valiosa intervención estratégica para proteger la vista de los niños, especialmente durante sus años de desarrollo más vulnerables. Por el contrario, el aire contaminado puede causar inflamación y estrés en los ojos, reducir la exposición a la luz solar (que es importante para el desarrollo saludable de los ojos) y desencadenar cambios químicos en el ojo que hacen que cambie de forma y cause miopía.
Este estudio sugiere que instalar purificadores de aire en las aulas, crear "zonas de aire limpio" alrededor de las escuelas para reducir la contaminación del tráfico y cerrar las calles a los automóviles durante los horarios de entrada y salida de los niños a la escuela tienen el potencial de mejorar la salud ocular porque los niños pasan mucho tiempo en la escuela.
En esta línea, el coautor, el doctor Yuqing Dai, de la Universidad de Birmingham, comenta: "La miopía está aumentando a nivel mundial y puede provocar graves problemas oculares en etapas posteriores de la vida. Si bien no podemos cambiar los genes de un niño, sí podemos mejorar su entorno. Si actuamos a tiempo, antes de que se presente una miopía grave, podemos marcar una diferencia significativa".