MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con insuficiencia cardiaca corren un mayor riesgo de morir a causa de su enfermedad en días contaminados y hasta dos días después, según una investigación presentada en Heart Failure 2023, un congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
"Los hallazgos indican que reducir la contaminación atmosférica tiene el potencial de prevenir el empeoramiento de la insuficiencia cardiaca", destaca el autor del estudio, el doctor Lukasz Kuzma, de la Universidad Médica de Bialystok (Polonia).
Por ello, indica que "proteger a los grupos vulnerables, sobre todo en invierno, debe convertirse en parte integrante de la atención clínica. Eso significa que los profesionales sanitarios trabajen con los pacientes para vigilar la calidad del aire y elegir los momentos óptimos para la actividad al aire libre", añade.
La contaminación atmosférica es la mayor amenaza medioambiental para la salud humana, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Incluye las partículas (PM)2,5 y PM10, cuyas principales fuentes son las emisiones de los tubos de escape de los vehículos y los humos de la industria. Se estima que la contaminación del aire ambiente causó 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo en 2019.
La insuficiencia cardíaca afecta a más de 64 millones de personas en todo el mundo. Los autores del estudio actual descubrieron previamente que los aumentos de partículas se asociaban con un aumento de las hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca. Este estudio examinó la relación entre la exposición al smog y la mortalidad a corto plazo por insuficiencia cardíaca.
Los datos de mortalidad de las cinco principales ciudades del este de Polonia durante 2016 a 2020 se obtuvieron de la Oficina Central de Estadística. Las concentraciones de PM2,5 y PM10 se recuperaron de la Inspección de Protección Ambiental. Se utilizaron los códigos postales de los domicilios para relacionar la exposición individual a la contaminación con la mortalidad.
Los investigadores utilizaron un diseño de estudio cruzado estratificado en el tiempo en el que los participantes actuaban como sus propios controles. De este modo se eliminó el posible efecto de confusión de las características individuales.
Para cada participante, se compararon los niveles de contaminantes en el día de la semana en que se produjo una muerte (por ejemplo, el martes) con los niveles de contaminantes en el mismo día de la semana sin muertes (por ejemplo, todos los martes restantes) en el mismo mes.
Los análisis se repitieron para los niveles de contaminación un día y dos días antes de que se produjera una muerte. Todos los análisis se ajustaron para tener en cuenta los factores que podían influir en las relaciones, como la época del año, el día de la semana, las condiciones meteorológicas (temperatura, humedad y presión atmosférica) y las tendencias a largo plazo, como la demografía de la población.
Durante los cinco años que duró el estudio se registraron un total de 87.990 muertes, de las cuales 7.404 se debieron a insuficiencia cardiaca. La edad media de los fallecidos por insuficiencia cardíaca era de 74 años y el 49% eran mujeres.
El mayor número de muertes se produjo en invierno y el menor en verano, con medias de 1,03 y 0,69 al día, respectivamente. Un aumento de 10 microgramos/m3 en PM2,5 y PM10 se asoció con un aumento del 10% y del 9%, respectivamente, en el riesgo de muerte por insuficiencia cardiaca en el día contaminado. Se observaron riesgos similares de muerte por insuficiencia cardiaca uno y dos días después de la exposición al smog.
Según el doctor Kuzma, "los resultados sugieren que la contaminación sigue ejerciendo efectos negativos sobre la salud cardiaca durante los dos días siguientes a la exposición al smog. Los pacientes con insuficiencia cardíaca deben reducir al mínimo el tiempo que pasan en zonas contaminadas, por ejemplo evitando las actividades al aire libre en lugares con tráfico denso o cuando los niveles de contaminación son altos, y utilizando filtros de aire en casa. Además, los pacientes pueden abogar por políticas y acciones para mejorar la calidad del aire en sus comunidades".
"Nuestra investigación indica que tener en cuenta el impacto de la contaminación en las medidas de salud pública para prevenir las enfermedades y las consecuencias de la mala salud podría dar lugar a resultados positivos para los pacientes con insuficiencia cardíaca --subraya--. Tales medidas deberían adoptarse paralelamente a la atención clínica para mejorar el pronóstico de esta enfermedad".