La contaminación del aire por partículas finas, vinculada también a una mala salud renal

Contaminación, ciudad
Contaminación, ciudad - FLICKR - Archivo
Publicado: viernes, 28 febrero 2020 7:24

MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las personas que viven en áreas con niveles más altos de contaminación del aire presentan mayores riesgos de desarrollar enfermedad renal, según una nueva investigación cuyos resultado se publican este jueves en la revista 'CJASN', la revista clínica de la Sociedad Americana de Nefrología.

Es bien sabido que respirar la contaminación del aire puede tener efectos perjudiciales para la salud más allá de los pulmones, pero pocos estudios han demostrado cómo afecta los riñones, que actúan como filtros para la sangre.

Para investigar, el doctor Matthew F. Blum, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, y sus colegas examinaron información sobre 10.997 adultos en 4 sitios en los Estados Unidos que fueron seguidos desde 1996-1998 hasta 2016.

Los investigadores estimaron los niveles promedio mensuales de pequeñas partículas de contaminación del aire, llamadas partículas finas, basadas en las direcciones de los participantes. Las partículas finas provienen de una variedad de fuentes, incluida la combustión de combustibles fósiles, procesos industriales y fuentes naturales.

El equipo descubrió que la exposición a mayores cantidades de partículas finas estaba asociada con un mayor grado de albuminuria, un marcador de disfunción renal, al comienzo del estudio, así como un mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica con el tiempo.

"A medida que aumentan las tasas de enfermedad renal crónica en todo el mundo, es importante comprender si la exposición a la contaminación del aire desempeña un papel y cómo lo hace", apunta el doctor Blum.

Los autores señalan que sus hallazgos pueden ser especialmente importantes para partes del mundo con mayor contaminación del aire, como China e India, donde los niveles de partículas finas son de 5 a 10 veces más altos que en los Estados Unidos.

Los estudios futuros deberían examinar si los esfuerzos para mejorar la calidad del aire producen beneficios para la salud, incluida la reducción de las tasas de enfermedad renal crónica.