MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
La contaminación del aire cuesta al residente medio de una ciudad española casi 1.000 euros al año (926 euros), según el informe de la European Public Health Alliance (EPHA), que cuantifica el valor monetario de la muerte prematura, el tratamiento médico, las jornadas laborales perdidas y otros costes sanitarios provocados por los tres contaminantes del aire que causan la mayoría de las enfermedades y muertes: partículas en suspensión (PM), ozono (O3) y dióxido de nitrógeno (NO2).
"Los últimos resultados de costes asociados a la contaminación atmosférica de las ciudades europeas son señales de alarma que deben ponernos en marcha para mejorar la calidad del aire, no solo por la salud de nuestros ciudadanos, sino por su economía. Cada euro que se destina a reparar los perjuicios de la exposición al aire contaminado es un euro que no se puede invertir en mejorar la sanidad y la salud de los ciudadanos. Se trata de un gasto que podríamos prevenir, un derroche que no nos podemos permitir, menos en esta época de pandemia de COVID-19 y que debemos corregir, mejorando las políticas de movilidad urbana, para ampliar las zonas de bajas emisiones o emisiones cero", ha avisado la coordinadora de Medio Ambiente de SEPAR y coordinadora Año SEPAR 2020-2021 por la Calidad del Aire, Cambio Climático y Salud, Isabel Urrutia.
El último informe de la EPHA ha estudiado los costes asociados a la contaminación del aire de numerosas ciudades de 30 países europeos. Dentro de este ranking, España en su conjunto ocupa el número vigesimocuarto lugar en cuanto al gasto asociado a la contaminación del aire, con un promedio de gasto de 926 euros, esto es, casi 1.000 euros, obtenido a partir del promedio de 48 ciudades españolas estudiadas.
En concreto, las que más gastan son Madrid (3.383.362.222 euros), Barcelona (2.020.417.033 euros), Valencia (670.821.188 euros), Zaragoza (522.360.042 euros), Palma de Mallorca (412.439.883 euros), Bilbao (316.441.715 euros), Valladolid (253.016.288 euros), A Coruña (251.932.488 euros), Gijón (226.076.539 euros) y Alicante (220.870.321 euros).
No obstante, Barcelona es la ciudad donde más cara resulta la contaminación para los ciudadanos (1.256 euros), seguida de Guadalajara (1.183 euros), Madrid (1.069 euros), Coslada (Madrid) (1.033 euros), Palma de Mallorca (1.024 euros), A Coruña (1.033 euros), Toledo (970 euros), Leganés (Madrid) (959 euros), Talavera de la Reina (Toledo) (956 euros) o Jerez de la Frontera (Cádiz) (920 euros).
La contaminación del aire es la principal causa de muerte prematura por factores ambientales en Europa, según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA). De hecho, dos tercios de las ciudades superan los estándares de aire limpio establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de manera que las partículas PM, NO2 y O3 causan alrededor de 400.000 muertes prematuras al año.
El estudio de la EPHA ha examinado 432 ciudades de los 28 países integrantes de la Unión Europea, a los que ha sumado Noruega y Suiza. La suma de los costes de contaminación de todos los países asciende a 166.000 billones de euros al año, o 385 millones de euros de media por ciudad o 1.276 euros per cápita.
Los residentes en ciudades grandes y caras tienen que afrontar costes más altos debido a la alta densidad de población, mayores ingresos y gastos. No obstante, las ciudades de Europa Central y del Este, altamente contaminadas, rompen esta tendencia y son un exponente del alto coste que supone tener el aire urbano altamente contaminado, puesto que ocupan un lugar destacado en la tabla.
Así, un ciudadano de Bucarest afronta los costes más elevados, de 3.004 euros de media en 2018, mientras que un residente de Santa Cruz de Tenerife, en España, apenas contaminada, afrontan unos gastos de una proporción casi diez veces menor, de 382 euros (2018).
CONTAMINANTES Y FACTORES QUE SUBEN LOS COSTES
Las PM son los contaminantes que causan la mayoría de los costes, el 82,5 por ciento en promedio, seguidas del NO2, responsable del 15 por ciento, principalmente del tráfico y el O3, causante del 2,5 por ciento por combustión.
Estas proporciones varían mucho entre ciudades. Así, la región de Europa central y oriental registra la tasa más alta de muertes por contaminación del aire, mientras que el sur de Europa tiene la mayor tasa de enfermedades crónicas.
El transporte es una fuente importantísima de la contaminación del aire urbano, con un coste asociado de 67 a 80 billones de euros en la UE28, en 2016, según un informe anterior de la EPHA. Y pequeños cambios en los hábitos de transporte y las políticas de la ciudad pueden marcar una diferencia sustancial en dichos costes.
Un aumento del uno por ciento en el tiempo medio de viaje al trabajo aumenta los costes de las emisiones de PM10 en un 0,29 por ciento y los de las emisiones de NO2 en un 0,547 por ciento, según el estudio. Un aumento del 1% en la cantidad de automóviles en una ciudad aumenta los costes generales en casi un 0,5 por ciento.
"SEPAR se posiciona a favor de la promoción de políticas gubernamentales para reducir el transporte urbano basado en el petróleo con alternativas más sostenibles, activas y de emisiones cero, como caminar, ir en bicicleta o utilizar vehículos eléctricos, una energía limpia, de acuerdo a las constantes llamadas a este respecto de la EPHA", ha zanjado Urrutia.