MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El costo global de la enfermedad renal crónica (ERC) atribuible a la contaminación del aire es significativo, según concluye un análisis que se presenta en la Semana del Riñón que organiza anualmente la Sociedad Americana de Nefrología y que este año se celebra en Nueva Orleans, Estados Unidos.
El doctor Benjamin Bowe, del Centro de Epidemiología Clínica del Sistema Saint Louis de Cuidados de Salud de Asuntos Veteranos, en Estados Unidos, y sus colegas describieron previamente una relación entre el aumento de los niveles de partículas finas y el riesgo de desarrollar ERC. En su último trabajo, los científicos utilizaron las metodologías de estudio 'Global Burden of Disease' para estimar la carga de ERC atribuible a la contaminación del aire.
La carga mundial estimada de la enfermedad renal crónica incidente atribuible a partículas finas fue de más de 10,7 millones de casos por año. Medidas epidemiológicas de la carga de ERC atribuible a la contaminación del aire, incluyendo años de vida con discapacidad (años que viven con enfermedad renal), años de vida perdidos (muerte temprana atribuible a enfermedad renal) y años de vida ajustados por discapacidad (una medida que combina la carga de vivir con la enfermedad y la muerte prematura causada por la enfermedad) sugieren que la carga varía mucho según la geografía, con valores más altos observados en América Central y el sur de Asia.
"La contaminación del aire podría explicar al menos parcialmente el aumento en la incidencia de enfermedad renal crónica de origen desconocido en muchas geografías del mundo y el aumento de la nefropatía mesoamericana en México y América Central", concluye Bowe.