La contaminación del aire causa hipertensión

Actualizado: jueves, 30 marzo 2017 3:39

   MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

   La exposición a largo plazo a la contaminación del aire está relacionada con una mayor incidencia de hipertensión arterial, según un gran estudio de los efectos de la contaminación atmosférica y el ruido del tráfico mediante el análisis de más de 41.000 personas en cinco países diferentes durante entre cinco a nueve años.

   El estudio, que se publica este martes en ‘European Heart Journal’, encontró que entre los adultos, hasta una persona extra por cada cien personas del mismo grupo de edad que viven en las zonas más contaminadas de las ciudades desarrollará presión arterial alta (hipertensión) en comparación con los que viven en las zonas menos contaminadas.

   Este riesgo es similar al efecto de tener sobrepeso con un índice de masa corporal (IMC) entre 25 y 30 en comparación con las personas con peso normal (IMC de 18,5 a 25). La hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante para la enfermedad y la muerte prematura.

   Este estudio es uno de los primeros en investigar tanto la contaminación del aire como el ruido del tráfico de forma simultánea y encontró que el ruido del tráfico se asocia con un aumento en los casos de hipertensión también. La forma en que se realizó el estudio permitió a los investigadores estimar el riesgo que estaba vinculado a la contaminación del aire y el riesgo relacionado con el ruido por separado.

   La asociación de la contaminación del aire con la hipertensión se mantuvo incluso cuando se consideró en el análisis la exposición al ruido del tráfico. Los investigadores dicen que éste es un hallazgo importante porque hay diferentes formas de reducir la contaminación del aire y el ruido.

   Un total de 41.072 personas que viven en Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania y España participaron en la investigación, que fue parte del proyecto ‘Estudio Europeo de Cohortes de los Efectos de la Contaminación" (ESCAPE) que está investigando los efectos a largo plazo de la exposición a la contaminación del aire en la salud humana en Europa.

   Los autores recabaron información sobre la presión arterial cuando los participantes se unieron al estudio y durante un examen de seguimiento en años posteriores. Ninguno tenía hipertensión cuando comenzó el estudio, pero durante el periodo de seguimiento 6.207 personas (15 por ciento) informaron que habían desarrollado hipertensión o comenzaron a tomar medicamentos para bajar la presión arterial.

LAS CONCENTRACIONES DE HOLLÍN TAMBIÉN ELEVAN EL RIESGO

   Entre 2008 y 2011, los investigadores midieron la contaminación del aire durante tres periodos de dos semanas separadas (para tener en cuenta los efectos estacionales). Emplearon filtros para capturar información sobre las concentraciones de partículas conocidas como "partículas" contaminantes (PM) de diferentes tamaños: PM10 (partículas menores o iguales a 10 micras de diámetro), PM2,5 (menor o igual a 2,5 micras), PMcoarse (PM10 menos PM2,5) y PM2,5 por absorbancia (una medición de partículas de hollín).

   Estas mediciones se realizaron en 20 sitios en cada una de las áreas que estaban siendo estudiadas y la medición de los óxidos de nitrógeno se realizó en 40 lugares diferentes en cada área. La densidad del tráfico se evaluó frente a las casas de los participantes y el ruido del tráfico se modeló de acuerdo con la Directiva de la Unión Europea sobre el ruido ambiental.

   Los científicos encontraron que por cada cinco microgramos por metro cúbico (5 mg/m3) de PM2,5, el riesgo de hipertensión aumentó en un quinto (22 por ciento) de las personas que viven en las zonas más contaminadas en comparación con los de zonas menos contaminadas. Las concentraciones más elevadas de hollín también aumentaron el riesgo.

   En cuanto a la exposición al ruido del tráfico crónica, los investigadores encontraron que las personas que viven en calles ruidosas, donde había niveles promedio de ruido por la noche de 50 decibelios, registraban un mayor riesgo de desarrollar hipertensión de un seis por ciento frente a quienes viven en las calles más tranquilas, donde los niveles de ruido promedio eran de 40 decibelios durante la noche.

   La directora del análisis, Barbara Hoffmann, profesor de Epidemiología Ambiental en el Centro de Salud y Sociedad en la ‘Heinrich-Heine-University’ de Düsseldorf, Alemania, explica: "Nuestros resultados muestran que la exposición a largo plazo a la contaminación de partículas en el aire se asocia con una mayor incidencia de hipertensión auto-informada y con la ingesta de medicación antihipertensiva. Como casi todo el mundo está expuesto a la contaminación del aire durante toda su vida, esto conduce a un elevado número de casos de hipertensión, lo que representa una gran carga para el individuo y para la sociedad".

   "La exposición al ruido del tráfico comparte muchas de las mismas fuentes que la contaminación del aire y, por lo tanto, tiene el potencial de confundir las estimaciones de los efectos adversos de la contaminación sobre la salud humana. Sin embargo, este estudio controló la exposición al ruido del tráfico y encontró que las relaciones de la contaminación del aire con hipertensión no desaparecieron. Esto es importante porque las medidas preventivas de la contaminación del aire y el ruido difieren", añade.

MÁS CONTAMINACIÓN EN ESPAÑA Y ALEMANIA QUE ESCANDINAVIA

   "Un aspecto muy importante es que estas vinculaciones se pueden ver en las personas que viven muy por debajo de los estándares actuales de contaminación atmosférica europeos. Esto quiere decir que la legislación actual no protege a la población europea adecuadamente de los efectos adversos de la contaminación del aire. Dada la presencia ubicua de la contaminación del aire y la importancia de la hipertensión como el factor de riesgo más importante para la enfermedad cardiovascular, estos resultados tienen importantes consecuencias para la salud pública y exigen regulaciones más estrictas de calidad del aire", plantea.

   El trabajó detectó que había niveles promedio más elevados de contaminación en las áreas de estudio de Europa Central y del sur --Alemania y España-- que en las zonas escandinavas --Noruega, Suecia y Dinamarca--. La exposición al ruido del tráfico y el tráfico fue más alta en las áreas de estudio de Suecia y España.

   Los investigadores dicen que es posible que la contaminación del aire y el ruido afectan de manera diferente o no con un solapamiento completo, con vías involucradas en disturbios en la forma en que el cuerpo normalmente funciona. Los posibles mecanismos biológicos de los efectos adversos de la contaminación del aire sobre el funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos incluyen inflamación local y sistémica, estrés oxidativo (una acumulación de moléculas dañinas en el cuerpo) y desequilibrio en el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Se cree que el ruido afecta al funcionamiento de los sistemas nerviosos y hormonales.