El consumo de pescado podría reducir la incidencia del cáncer de mama, de colon y de próstata

Actualizado: martes, 15 septiembre 2009 17:24

SEVILLA, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

El investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Javier Fontecha Alonso aseguró el jueves que la ingesta de ácidos oleicos como el omega 3, abundante en los pescados azules, "puede reducir la incidencia del cáncer de mama, de colon y de próstata por lo que se debe aumentar su consumo".

En una rueda de prensa dentro del marco de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Sevilla, el investigador habló de la relación entre los lípidos que se incluyen en la dieta y el cáncer, indicando que "la ingesta excesiva de grasas totales, de ácidos grasos saturados o la falta de fibra dietética y de antioxidantes aumentan las posibilidades de padecer cáncer, mientras que las grasas poliinsaturadas disminuyen esos riesgos".

Además, Fontecha añadió que el omega 3, que también está presente en frutos secos como las nueces, tiene otros beneficios saludables como que "previene la arritmia y la parada cardiaca y la trombosis, disminuye la presión arterial y los triglicéridos y aumenta la dilatación arterial".

Sin embargo, el investigador apuntó que "existe un desequilibrio entre la proporción de omega 3 y omega 6 que se come", ya sea porque se consumen pocos alimentos ricos en omega 3 o porque se toman demasiados con omega 6, dando lugar a "una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares", como ejemplificó Fontecha, pero, en su defecto, "a un aumento del riesgo de padecer hemorragias".

Por lo tanto, catedrática de la Universidad de Barcelona Maria del Carmen Vidal Carou que también participó en el curso de la UNIA, indicó que muchas veces el beneficio-riesgo "depende de la dosis", si bien un exceso de algún componente en un principio saludable o una mala práctica, "puede hacer que esos beneficios queden enmascarados porque pueden potenciar otras enfermedades o infecciones".

Asimismo, los expertos en alimentación y salud también aludieron a los alimentos funcionales, señalando que "son productos con un valor añadido en salud y pretenden facilitar la vida al consumidor pues palian desajustes en la dieta que se producen porque determinados grupos poblaciones son reacios a unos alimentos concretos o simplemente no los comen porque no les gusta".

En este sentido, la catedrática aportó que "sólo son útiles si la dieta no cubre los requerimientos de nutrientes necesarios", aclarando que "en absoluto estos alimentos tienen una función terapéutica, sino que son preventivos y sus efectos pueden ser demostrados científicamente".