MADRID 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El consumo de chucherías y bollería industrial puede provocar en un año incrementos de peso de hasta 4 kilos en menores dado su alto contenido en grasas y azúcares, según ha recordado el Instituto de Obesidad que apoya la medida proyectada por el Ministerio de Sanidad para el próximo curso de prohibir la venta en los colegios de bollería, chucherías, aperitivos y refrescos.
A su juicio, el cambio en los hábitos de ocupación del tiempo libre, un mayor uso de las nuevas tecnologías, o la pérdida de valores en lo que a cultura alimenticia se refiere, vienen provocando durante los últimos años ha provocado un aumento de la obesidad y el sobrepeso entre la población infantil.
En este sentido, destaca que "tanto las chucherías como la bollería industrial o los refrescos son productos hipercalóricos que provocan, si se consumen en cantidades desproporcionadas, un exceso de glucosa en sangre que se transforma en grasa".
Además, recuerda que "las golosinas tienen un valor nutritivo casi nulo, hallándose constituidas, básicamente, por azúcares simples de rápida asimilación, aditivos y colorantes artificiales".
Por todo ello, desde el Instituto de Obesidad se recomienda no sólo una mayor vigilancia en la ingesta de este tipo de alimentos, sino también una estrategia global que incluya la atención de los hábitos de vida de los menores, poco saludables hoy en día.
"Una buena alimentación pasaría, en primer lugar, por un desayuno completo y equilibrado, complementado a lo largo del día por una dieta que incorpore productos frescos de origen vegetal, pescados, productos lácteos, cereales y agua", aconsejan. Asimismo recomienda que el menor realice un ejercicio físico que se adecue a sus necesidades.