MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los adolescentes y adultos jóvenes que consumen cannabis tienen más probabilidades de convertirse en consumidores habituales de tabaco, incluso si no han probado el tabaco antes, en comparación con personas similares que no consumen cannabis, tal y como sugiere un estudio de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) publicado en la revista 'Tobacco Control'.
El estudio estimó que alrededor del 13% del nuevo inicio en el consumo de tabaco era atribuible al cannabis. Fumar tabaco se ha considerado una puerta de entrada al consumo de cannabis desde la década de 1970, cuando fumar era mucho más frecuente y casi todas las personas que consumían cannabis habían fumado tabaco primero.
Si bien el consumo de tabaco entre adolescentes y adultos jóvenes ha disminuido considerablemente en Estados Unidos desde la década de 1970, el consumo de cannabis no lo ha hecho. Esto plantea la pregunta de si podría existir una vía inversa del cannabis al consumo regular de tabaco.
Para investigar, los autores extrajeron datos de una encuesta regular de hogares estadounidenses llamada PATH (Evaluación de la población sobre tabaco y salud) para analizar la asociación entre el consumo de cannabis por parte de adolescentes y adultos jóvenes en 2017 y su probabilidad de consumo regular de tabaco cuatro años después, en 2021.
Se identificó a un total de 13.851 encuestados de entre 12 y 24 años que en 2017 habían declarado no haber consumido nunca o nunca con regularidad ningún tipo de tabaco (combustible o no combustible) y que completaron las encuestas posteriores. De estos, el 15,4% admitió haber consumido cannabis en los últimos 12 meses. La probabilidad de consumo de cannabis aumentaba con la edad del encuestado.
Cada persona que consumía cannabis fue emparejada con una persona similar que no lo consumía según una serie de características, entre ellas datos demográficos, antecedentes de experimentación con productos de tabaco, percepción de nocividad de los cigarrillos y síntomas de salud mental.
El estudio reveló que el 32,7% de los adolescentes estadounidenses de entre 12 y 17 años que habían consumido cannabis habían pasado al consumo regular de tabaco cuatro años después, lo que representa un aumento de 15,6 puntos porcentuales en comparación con sus controles emparejados. Entre los adultos jóvenes de entre 18 y 24 años, el 14% de quienes consumían cannabis declararon consumir tabaco regularmente, lo que representa un aumento de 5,4 puntos porcentuales en comparación con sus controles emparejados.
El análisis atribuyó el 13% del total de nuevos usos regulares de tabaco al cannabis y cuando se extrapoló a toda la población de EE. UU., los autores estimaron que 509.800 adolescentes y adultos jóvenes menos de EE. UU. habrían progresado al consumo regular de tabaco en 2021 si no hubieran tenido experiencia previa con el cannabis en 2017.
Este es un estudio observacional y, por lo tanto, no permite establecer una relación causal. Los autores también reconocen varias limitaciones, como el uso de medidas autodeclaradas para el consumo de tabaco y cannabis. Si bien se consideró una lista completa de covariables basales, es posible que algunos factores, como la influencia de los pares, los factores socioeconómicos y la predisposición subyacente al consumo de sustancias, no se hayan reflejado completamente.
Es probable que la evaluación del consumo de cannabis en los últimos 12 meses, en lugar del consumo actual, haya atenuado la magnitud del efecto estimada.
Sin embargo, los autores concluyen que el consumo de cannabis entre los jóvenes estadounidenses es un factor de riesgo importante para la progresión al consumo regular de tabaco, independientemente de si han probado el tabaco o no.
"El hallazgo de que el consumo previo de cannabis es un factor de riesgo importante para el inicio del consumo regular de tabaco actual entre los jóvenes, independientemente de si han probado el tabaco o no, sugiere que la prevención del consumo de cannabis debería incluirse como un objetivo clave en los programas de control del tabaco", argumentan los autores.
"Si bien el consumo temprano de cannabis se considera un importante problema de salud pública, ninguna de las principales agencias de salud ha abordado el potencial que tiene este consumo para aumentar el consumo regular de tabaco en el futuro".
Añaden: "Este estudio proporciona evidencia de que no abordar el consumo de cannabis entre los jóvenes tiene el potencial de socavar el progreso que se ha logrado con los esfuerzos de control del tabaco para reducir la iniciación en el tabaco y la progresión al consumo regular".