MADRID 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) cumple este 2024 diez años de andadura como Consorcio desde que, a comienzos de 2014, se fusionaran las ocho de las estructuras CIBER existentes en ese momento en una sola entidad.
A día de hoy, este Consorcio, de importancia clave para el sistema de Ciencia e Innovación español, aglutina a 513 grupos de investigación de pleno derecho y 34 grupos clínicos vinculados en 104 instituciones consorciadas y organizados en 13 áreas de investigación; una plantilla cercana a las 800 personas contratadas y más de 5.000 investigadores adscritos.
Desde el ISCIII, organismo público de investigación dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, se ha hecho una apuesta fuerte por el Consorcio CIBER, incorporando nuevas áreas de investigación y fortaleciendo su estructura. Tal y como explica la directora del ISCIII Marina Pollán, que ha sido anteriormente directora científica del área CIBER de Epidemiología y Salud Pública, "el Consorcio CIBER es una estructura única que favorece la colaboración y permite avanzar de forma más eficiente en la investigación biomédica".
La directora destaca también cómo a través del CIBER se están desarrollando en la actualidad proyectos de medicina de precisión de gran envergadura y que contribuyen a situar la ciencia de España en un lugar destacado.
El Consorcio CIBER ha ido creciendo convirtiéndose en la actualidad en el centro de investigación más grande en el área de salud de España. Los primeros CIBER, como aún se les conoce en la actualidad, nacieron al amparo del ISCIII durante 2006 y 2007.
Las primeras áreas temáticas que se formaron en estos años fueron: Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN); Diabetes y Enfermedades Metabólicas asociadas (CIBERDEM); Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD); Enfermedades Raras (CIBERER); Respiratorias (CIBERES); Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP); y Salud Mental (CIBERSAM).
La gerente actual del Consorcio CIBER y anterior subdirectora general de Redes y Centros de Investigación Cooperativa del ISCIII, Margarita Blázquez, recuerda que estas iniciativas "nacieron con mucha fuerza y, a lo largo de los años, estas estructuras han mostrado ser un agente indispensable para la investigación traslacional y una pieza clave en el sistema de I+D+i".
El año 2014 se convierte en una fecha destacada, que ahora se conmemora, dado que se establece la fusión de ocho de los centros y la creación del actual Consorcio CIBER. A partir de este momento, se comienza a operar con una gestión unificada y ocho áreas científicas, a las que se sumarán tres más en 2017 y en 2023 otras dos.
"En 2017, las áreas de Cardiovasculares (CIBERCV), Cáncer (CIBERONC) y Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES) aportaron un crecimiento considerable en el número de grupos del Consorcio, pero también sirvió para consolidar el CIBER y darle aún mayor peso dada la importancia de las áreas de investigación que se incorporaban", apunta Margarita Blázquez.
Finalmente, en 2022 se completó el proceso de integración del área de Neurodegenerativas (CIBERNED) y se incorpora también el área de Enfermedades Infecciosas (CIBERINFEC), para dar respuesta a algunos de los retos de salud más importantes de nuestros tiempos, como, por ejemplo, la resistencia antimicrobiana o la salud global.
El Consorcio CIBER persigue, según sus estatutos, "fomentar la colaboración en la investigación científica, desarrollo del conocimiento y su transferencia hacia la sociedad". Durante estos diez años, el CIBER no ha crecido únicamente en número de grupos y áreas de investigación, sino que ha alcanzado grandes resultados ofreciendo soluciones a los retos de salud gracias a las múltiples colaboraciones establecidas. Esto ha llevado a una mayor comprensión de las enfermedades y al desarrollo de enfoques de investigación cada vez más integrales.
Los grandes proyectos han marcado los últimos años de andadura del Consorcio CIBER, alcanzando las mayores cifras de financiación externa, pero sobre todo promoviendo aún más la colaboración, no solo de los grupos de una misma área sino entre áreas de investigación diferentes del CIBER. Es el caso del proyecto MEPRAM, una iniciativa del Área de Infecciosas donde también participan grupos del área de Epidemiología y Salud Pública.
"La posibilidad de incorporar a nuestros proyectos grupos de áreas de conocimiento diferentes proporciona una visión más completa del problema a abordar y mayor riqueza a la hora de buscar soluciones", apunta el director científico del CIBERINFEC y coordinador del proyecto, Jesús Oteo.
MEPRAM nace de la necesidad de encontrar un abordaje integral a la resistencia a antimicrobianos y su correspondiente morbilidad y mortalidad en estancias prolongadas en los hospitales, como amenaza sanitaria para la salud pública. Participan 31 grupos de investigación de varias áreas del CIBER en 9 comunidades autónomas.
La coordinadora de Internalización del CIBER, Cristina Rodríguez, considera que uno de los puntos fuertes del Consorcio a la hora de presentar proyectos es "su capacidad para agregar personal investigador de distintas disciplinas, bajo una estructura, para el mismo proyecto". Rodríguez apunta que "esto permite abordar la investigación desde una perspectiva más global, pudiendo trabajar en diversos enfoques y sobre varios aspectos del problema, para mejorar su comprensión y las posibilidades de solucionarlo".