MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
A una semana de la llegada de Papa Noel un equipo de investigadores holandeses aseguran que los videojuegos pueden ser un buen regalo para esta Navidad ya que no suponen ningún riesgo para la salud, aunque ésta recomendación viene acompañada de dos consejos y una alerta médica.
Así trabajo, publicado en el 'British Medical Journal' (BMJ), recomienda usar siempre en un lugar seguro y que los jugadores no prolonguen el juego excesivamente sin hacer descansos; además advierte de la aparición de un nueva lesión, la 'wiiitis de Aquiles', un desgarro (parcial) del tendón de Aquiles por el abuso de estas consolas.
Para ello, los investigadores han analizado todos los casos de problemas relacionados con Nintendo tras observar problemas de salud derivados del uso excesivo de este videojuego como lesiones neurológicas y psicológicas hasta la necesidad de cirugía. Para ello, analizaron dos grandes bases de datos médicas y encontraron 38 artículos relacionados con su investigación.
Los primeros informes sobre el uso de una consola incluyen convulsiones, llamadas 'epilepsia Nintendo' y dos casos de incontinencia vinculada al empleo de Nintendo en niños que estaban tan absortos en el juego de 'Super Mario Bros' que ignoraron sus ganas de ir al baño.
En 1991 se notificó un caso de dolor de cuello intenso ('cuello de Nintendo') en un niño que estuvo jugando con su Game Boy durante 30 minutos en una posición "encorvada". Del mismo modo, se diagnosticó 'codo Nintendo' en un niño de 12 años después de jugar "mucho" con su consola durante más de un mes, al que hubo que tratar con fármacos antiinflamatorios y reposo.
Los problemas derivados del excesivo uso de la Nintendo en el pulgar, la mano y la muñeca se conocen como 'nintendinitis' o 'nintendonitis' y se asociaron con el juego extenuante usando un controlador tradicional con botones o un 'joystick'. Tras recibir más de 90 quejas, Nintendo diseñó guantes de protección para todos los propietarios de Mario Party, videojuego en el que los jugadores tenían que girar el joystick rápidamente con su pulgar.
En 2006, Nintendo presentó la Wii, una consola con un mando a distancia con sensores de movimiento y. en su juego más popular, Wii Sports, los jugadores giran estos mandos de la Wii para participar en deportes como el tenis y el boxeo.
La primera lesión relacionada con la Wii (llamada 'wiiitis') fue vista en un hombre de 29 años que sufrió una tendinitis aguda de su músculo del hombro derecho después de jugar a Wii Sports durante varias horas. Otro informe describió un caso de síndrome del túnel carpiano en una mujer que jugó a un juego de bolos entre seis y ocho horas al día durante diez días.
LESIONES NUEVAS COMO LA 'WIITIS DE AQUILES'
También hay dos informes de 'wiiitis de Aquiles', un desgarro (parcial) del tendón de Aquiles. En general, el tenis era el deporte más peligroso de la consola Wii y las lesiones más comunes fueron laceraciones de las manos y moretones.
Además, se detectaron lesiones que amenazan la vida provocadas por el uso excesivo de la Wii, como por ejemplo una mujer de 55 años que sufrió un hemotórax masivo (sangrado en el pecho) después de caer del sofá mientras jugaba al tenis en su Wii. Otro paciente requirió cirugía de hernia después de realizar ejercicio con Wii Fit y dos pacientes fueron ingresados en el hospital con un accidente cerebrovascular después de jugar con la Wii.
No obstante, la mayoría de los casos de problemas relacionados con el uso de la Nintendo son leves, y, dado el número de sistemas de juegos vendidos, la prevalencia es baja, escriben los autores. En estos días, incluso Nintendo advierte a los jugadores con mensajes de que hay que tomarse descansos del juego.
"En general, una consola de Nintendo es un regalo relativamente seguro para Navidad -concluyen los investigadores--. Sin embargo, los que reciben este juego, deben tener cuidado con el lugar en el que juegan y hacer descansos frecuentes".
Es solo una consecuencia más que se viene a sumar a otros estudios que han alertado de que la adicción a los videojuegos presenta síntomas psicológicos 'parecidos' a los que sufren los alcohólicos y drogadictos; o de que su abuso puede repercutir en problemas visuales como la miopía o la sequedad ocular y generar dolor en las muñecas y los dedos de los niños.