MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos han desarrollado una técnica que permite medir la cantidad de insecticida que se encuentra en la superficie de las mosquiteras.
De esta forma, se facilita saber durante cuánto tiempo será efectivo este producto químico en la superficie de estas mosquiteras especiales, que se usan para limitar la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria. "Hasta ahora, no había una técnica establecida para medir la distribución y concentración de insecticidas en la superficie de la red", señala la coautora del trabajo, Chuanzhen Zhou.
Los investigadores comenzaron por centrarse en la permetrina, uno de los insecticidas más utilizados en este tipo de redes. Analizaron una muestra utilizando un espectrómetro de masas para obtener la huella química del insecticida. Después, usaron esta misma técnica para obtener la huella química del material de la red. Esto les dio la información básica que necesitaban para diferenciar las sustancias una vez que comenzaron a analizar las redes integradas con permetrina.
Luego, el equipo de investigación usó una técnica llamada espectrometría de masas de iones secundarios de tiempo de vuelo (ToF-SIMS, por sus siglas en inglés) para analizar muestras de la malla incorporada con permetrina.
En ToF-SIMS, una muestra es bombardeada con iones de bismuto, que expulsan iones de la superficie del material de la muestra. Los iones que se han soltado se recolectan, y la cantidad de tiempo que tarda cada ion en llegar al punto de recolección le indica a los investigadores de qué átomo o molécula formó parte el ion. Los iones pesados son más lentos que los ligeros. Al observar los datos colectivos, los investigadores pueden determinar la composición general de la superficie de la muestra.
Además, también utilizaron una técnica que implanta iones en la muestra, lo que les permitió determinar no solo qué materiales están presentes sino también su abundancia relativa. Usando ambas técnicas, realizaron múltiples análisis de muestras de mosquiteros que habían visto diferentes grados de uso. Las muestras iban desde redes nuevas hasta redes que habían estado en uso durante años. Al comparar los datos de muestras que aún mataban mosquitos con datos de muestras que ya no funcionaban, los investigadores identificaron un nivel en el que la permetrina se volvió ineficaz.
"Esto tiene un impacto mundial. Hay más de mil millones de redes por ahí, y nuestra nueva técnica nos puede decir cuánto tiempo dura el pesticida en esas redes y con qué frecuencia deben ser reemplazadas. En última instancia, la técnica podría ayudarnos a examinar una gama de telas incrustadas con insecticidas, desde uniformes militares hasta equipo de senderismo de alta gama", aseguran los científicos.