BADAJOZ, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Extremadura han conseguido un descenso de la masa grasa y una mejora de la salud ósea, gracias a un programa de ejercicio físico realizado en condiciones de hipoxia.
Cabe destacar que la hipoxia normobárica se produce al respirar aire de baja concentración de oxígeno (lo normal es 20,9 por ciento de oxígeno en la atmósfera) lo que produce alteraciones en el normal funcionamiento del cuerpo.
Así, el Grupo de Investigación de Avances en Entrenamiento Deportivo y Acondicionamiento Físico (Gaedaf) de la Universidad de Extremadura ha desarrollado un programa de entrenamiento, basado en un circuito de fuerza con ocho ejercicios que alternaba de forma equilibrada el trabajo del tren superior y del tren inferior, incorporando como innovación la realización del tratamiento dentro de una cámara de hipoxia.
Al respecto, el investigador principal del estudio Rafael Timón Andrada ha explicado que cada participante en el estudio fue sometido a una exposición "intermitente" a la hipoxia durante un período de 24 semanas, con tres días a la semana, en un grupo de voluntarios sanos de entre 65 y 75 años, según indica en nota de prensa la UEx.
Los resultados obtenidos han podido corroborar, como afirma el profesor Timón, "que la exposición a hipoxia intermitente produjo un descenso de la masa grasa y de las concentraciones de proteína C reactiva (PCR), biomarcador que indica la respuesta inflamatoria del organismo, así como una mejora de los biomarcadores sanguíneos de remodelado óseo".
Esta investigación se ha realizado dentro de un proyecto del plan regional de investigación financiado por la Junta de Extremadura.
