MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los niños de entre 8 y 12 meses deberían mover la cabeza cuando escuchen ruidos y dirigirla hacia donde provenga el sonido, pero en caso de que no lo hagan, podría ser un síntoma de que el bebe tiene problemas de audición, según los audiólogos de Oticon.
Asimismo, a partir de los 2 o 3 años, el pequeño debe entender y aceptar las órdenes de los adultos, es decir, su capacidad auditiva y comprensiva deben estar ya desarrolladas, explican desde la entidad.
En el caso de niños más mayores, a partir de los 5 o 6 años, otro de los síntomas de una pérdida auditiva es una menor concentración y rendimiento escolar.
Por ello, los especialistas recomiendan llamar su atención con sonidos suaves, pronunciando su nombre o con melodías infantiles. Incluso, aconsejan realizar una "prueba casera": colocarse detrás del niño y hacer sonidos, alejándose de él.
Además, recomiendan estar atento al uso de '¿qué?', ya que indicativo de que existe algún problema auditivo. Otro síntoma de que puede existir algún problema es si se observa que aumenta su dificultad para responder cuando no puede vernos la boca o hay un cierto nivel de ruido de fondo.