MADRID 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
La exposición continua a temperaturas elevadas durante periodos prolongados de tiempo puede dar lugar a síntomas como irritabilidad, cansancio, ansiedad y fallos en la memoria a corto plazo, según ha informado la doctora en Psicología y miembro del Comité Científico del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) Silvia Álava.
"Nuestro cuerpo vive el calor extremo como una amenaza, esto hace que ante temperaturas muy elevadas nuestro organismo reaccione y pueda aumentar los niveles de ansiedad y estrés psicológico, tener mayor sensación de cansancio o cambios de humor", ha informado la especialista.
Así, ha detallado que a esta serie de factores se le conoce como estrés térmico y se produce cuando el cuerpo absorbe más calor del que puede liberar a través de sus mecanismos naturales, como la sudoración y la respiración. Además, el calor también impide que se descanse correctamente durante la noche, ya que la temperatura sigue siendo muy alta.
"La temperatura ideal para dormir es entre 17 y 18 grados", ha señalado Álava, quien ha recordado que en algunas zonas de Espàña no baja de 30º, por lo que existen dificultades para conciliar el sueño. "Lo que provoca estos problemas de irritabilidad o falta de concentración. Pero esto no es todo: las dificultades para dormir impiden que "nuestro cerebro se repare, se limpie, de todas las sustancias que segrega durante el día, y si la temperatura es muy alta, se resiente la calidad del sueño y la reparación no se realiza correctamente", ha añadido.
CONSEJOS PARA EVITAR EL ESTRÉS TÉRMICO
En este sentido, Álava asegura que tener cerca una botella de agua mineral y beber pequeños sorbos de agua puede ayudar a regular la temperatura y evitar o minimizar todos estos síntomas.
Además, para evitar el estrés térmico, la especialista aconseja usar ropa adecuada para el calor, incluyendo ropa ligera y de colores claros. Además, recomienda tomar descansos en áreas frescas y sombreadas.
En este sentido, aconseja realizar actividades físicas intensas durante las horas más frescas del día, así como beber suficiente agua, especialmente de noche o cuando suben las temperaturas.