MADRID 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
La llegada del verano y de las vacaciones trae consigo un cambio de rutinas y de alimentación que pueden afectar a la salud digestiva, por lo que los especialistas recomiendan consumir alimentos ricos en fibra y mantenerse hidratado, entre otros consejos, para evitar la aparición del estreñimiento o su empeoramiento en personas que ya lo sufren.
Así lo ha señalado la nutricionista de Instituto Centta, Elena Poto, quien ha explicado que además de una cantidad apropiada de alimentos, debe tenerse en cuenta el momento en que estos se consumen. Después de la ingesta suelen aumentar las ganas de ir al baño, lo que se conoce como reflejo gastrocólico, por lo que se debe tener esto en cuenta a la hora de establecer una rutina para ir al baño. A este respecto, ha aconsejado establecer unos horarios regulares de comidas e intentar ir al baño cuando se detecte la necesidad.
El consumo de fibra, presente en alimentos que proceden de plantas, aumenta el volumen de las heces, las ablanda y favorece una mejor expulsión de estas. Además, un consumo adecuado permite cuidar la microbiota, fundamental para una buena salud intestinal. Esta fibra se encuentra en alimentos como las frutas, en especial, el kiwi o las ciruelas pasas, las verduras, las legumbres, los cereales integrales, los frutos secos o las semillas.
Respecto a la hidratación, ha instado a beber agua o consumir alimentos como frutas, así como evitar el consumo de alcohol. Durante el verano se produce una pérdida mayor de líquidos debido al sudor, lo que puede alterar el correcto funcionamiento del sistema digestivo.
Elena Poto ha recordado también los beneficios de hacer ejercicio, ya que promueve una mayor motilidad del intestino. Además, la práctica de actividad física permite modular los niveles de estrés o mejorar la calidad del sueño, lo que tiene un impacto positivo en la salud intestinal.
El último consejo de la nutricionista es adoptar una postura correcta en el baño para conseguir una relajación del suelo pélvico y una mayor apertura del recto que favorezca la evacuación. Como ayuda, sugiere usar un banquito que eleve los pies y permita adoptar una posición de cuclillas e inclinar el cuerpo hacia delante para facilitar esta tarea.
"Si la situación de estreñimiento no se resuelve y se cronifica, antes de comenzar a utilizar laxantes u otros productos, consulta con un experto para que evalúe la raíz del problema y dé una solución adecuada para tu caso", ha indicado la nutricionista.
Por otra parte, la psicóloga María González ha advertido de que el problema se agrava si se sufre parcopresis, una incapacidad para defecar en urinarios públicos, en especial si hay personas alrededor, como una fobia social. "Las personas afectadas llegan a ser incapaces de evacuar en cualquier lugar que no sea el excusado de su propio domicilio, y por este motivo tienen grandes dificultades para cualquier actividad que implique alejarse de él durante varias horas", ha explicado.
"Si no remite con el paso del tiempo estamos ante una fobia con connotaciones sociales", ha resaltado González, quien ha indicado que tiene que ver "con un miedo a sentirse observado y criticado en un contexto de intimidad y vulnerabilidad, como es miccionar o defecar" y con frecuencia se observan "rasgos perfeccionistas y un alto grado de introversión en estas personas".
Si el problema se debe a una fobia social, el tratamiento es psicológico con diferentes técnicas que han demostrado su eficacia en la reducción e, incluso, remisión total de diversas fobias. Por ello, María González ha alertado de que "lo primero que hay que hacer es pedir ayuda".
