MADRID, 16 Abr. (EDIZIONES) -
Hablar mucho, mal, gritar y fumar son las principales causas de las patologías de la voz, una de las herramientas más impotantes (por no decir la más importante) de comunicación. Sin embargo, no somos conscientes de que tiene una capacidad limitada de uso que depende de cómo la utilicemos.
Alrededor del 5 por ciento de la población sufre algún trastorno de la voz que requiere de atención por médico Otorrinolaringólogo, además en España el 22,5 por ciento de los profesores de colegio presentan alteraciones de la voz, siendo la segunda causa más frecuente de baja laboral en este grupo profesional.
Con motivo del Día Mundial de la Voz, Félix Ruiz de la Cuesta, otorrinolaringólogo del Hospital Vithas Medimar Internacional de Alicante nos recuerda la importancia de cuidar la voz y el órgano que la produce, la laringe.
La voz se produce por el paso de aire procedente de los pulmones, al atravesar una estructura vibrátil que son las cuerdas vocales, situadas en la laringe. Cuando se produce una alteración en las cualidades de la voz hablamos de disfonía, más comúnmente conocida como afonía o ronquera.
Existen dos tipos de disfonías: las funcionales y las orgánicas. Las funcionales son las alteraciones de la voz que no presentan enfermedades en las cuerdas vocales; y las orgánicas son las que se producen cuando en las cuerdas vocales hay algún tipo de lesión. "Por esto es tan importante una correcta exploración de la laringe, sobre todo en disfonías que duren más de 15 días o en personas fumadoras, ya que nos ayudará a discriminar el tipo de disfunción y proporcionar el mejor diagnóstico y tratamiento posible", afirma el doctor Ruiz de la Cuesta.
Por lo tanto, en el momento de la exploración el especialista puede encontrar desde unas cuerdas vocales sanas o patologías como nódulos, pólipos, quistes, edemas, etc. "En ocasiones la disfonía puede estar provocada por lesiones malignas (tumores) que también se detectan mediante una exploración de la laringe", aclara Ruiz de la Cuesta.
Una vez diagnosticada la disfonía y la causa que la produce, el tratamiento de las disfonías es principalmente logopédico. "Sólo requerirán cirugía los casos que por las características de la lesión de las cuerdas vocales, el tratamiento logopédico no sea suficiente" apunta. Toda lesión en pacientes fumadores es susceptible de ser biopsiada por su potencial malignidad.
10 CONSEJOS PARA CUIDAR LA VOZ
La Comisión de Voz y Foniatría de la SEORL-CCC ha elaborado un Decálogo de Cuidados de la Voz que pueden ayudarte a mantener las cuerdas vocales al día.
1. No hablar en ambientes ruidosos. No se debe hablar sobre un fuerte ruido ambiental, pues es un comportamiento de abuso vocal. Si la voz compite con un ruido ambiental intenso, siempre perderá. Algunas alternativas pueden ser: hablar de frente al interlocutor, articular más de lo habitual y hablar claro y lento para evitar repetir. Si mediante la aplicación para móvil "Sonómetro" el ruido ambiente supera los 85 dBs, no se debería hablar, especialmente las personas con problemas de voz.
2. No fumar. El tabaco es un factor irritante para la laringe. El humo pasa entre las cuerdas vocales y predispone para que aparezcan lesiones benignas como edemas o pólipos. Además, es la principal causa de cáncer de laringe.
3. No chillar ni hablar gritando puesto que es un comportamiento de esfuerzo vocal. Debemos acomodar nuestro uso de la voz a nuestras posibilidades reales, que podemos mejorar mediante la logopedia, sobre todo las personas que usan mucho la voz (profesores, monitores, teleoperadores...). Debemos conocer las posibilidades de nuestro aparato fonador para saber hasta dónde se puede llegar sin realizar esfuerzo.
4. No hablar en exceso porque es un comportamiento de abuso vocal. Se debe hablar teniendo muy en cuenta las posibilidades reales de cada laringe. Lo que se debe hacer es: descansar la voz haciendo periodos de 15-20 minutos de silencios dos o tres veces al día, limitar el uso del teléfono y evitar interrumpir a otros, entre otras medidas. En general, no se debe hablar más de 4 horas seguidas ni cantar más de 2 horas.
5. Hidratarse correctamente. Se debe beber unos dos litros de agua diarios para que la mucosa que recubre a las cuerdas vocales esté bien hidratada. Algunas sugerencias son: beber agua cada vez que coma, tener siempre a mano una botella de agua y evitar los caramelos de menta o mentol porque resecan más.
6. Descansar de forma adecuada. La fatiga corporal se refleja en la voz. Se debe descansar para obtener el máximo rendimiento vocal. Hay que dormir más de seis horas, y descansar antes de utilizar mucho la voz, especialmente en los profesionales de la voz. También hay que extremar las precauciones al viajar.
7. No utilizar el aire pulmonar residual al hablar. Nunca se debe hablar con el resto final de aire y sentir sensación de ahogo. Es un comportamiento de esfuerzo. Esto ocurre cuando se marcan las venas del cuello al hablar.
8. Evitar los irritantes laríngeos como el humo y las áreas polvorientas. Evitar, también, hablar en ambientes muy secos: la sequedad ambiental quita protección a las cuerdas vocales. Es conveniente utilizar un humidificador, evitar los ambientes con mucha calefacción o aire acondicionado, abrir y ventilar las habitaciones para renovar el aire; al viajar en avión debe hidratarse mejor y hablar poco ya que a bordo de un avión hay más ruido y el ambiente es muy seco, ambos factores irritan la laringe.
9. No carraspear. El carraspeo es un comportamiento de esfuerzo traumático para las cuerdas vocales. Es un movimiento fuerte y violento. Algunas alternativas para evitarlo pueden ser: tragar saliva, beber pequeños sorbos de agua, realizar una tos sorda (sin juntar las cuerdas vocales). Para los cantantes, vocalizar suavemente en una zona confortable o hacer vibrar labios con sonido. Pueden ayudar los vahos.
10. Realizar controles periódicos de la voz, especialmente los profesionales, con el otorrinolaringólogo o con el foniatra. Y consultar siempre que una disfonía se mantenga más de 15 días, sin estar acatarrado.