MADRID, 27 Mar. (EDIZIONES) -
¿Sabes si tu hijo suele apretar o chirriar los dientes superiores e inferiores mientras duerme? Este trastorno del sistema de masticación se conoce como bruxismo, también puede darse mientras el menor está despierto y afecta a entre el 20 y 30 por ciento de los niños en España.
Pese a esta elevada prevalencia, los expertos piden vigilar este problema ya que, si se prolonga en el tiempo, puede provocar desgaste de los dientes y asociarse a un mayor riesgo de dolor de cabeza y bajo rendimiento escolar, según ha destacado Ignacio García Recuero, cirujano oral y maxilofacial del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid.
Cuando se produce de día se relaciona con problemas de ansiedad u otros factores que hacen que el niño ejerza una gran fuerza en la zona de la mandíbula. Por la noche, en cambio, es involuntario, con aparición rítmica y continuada de actividad muscular masticatoria y suele ocurrir durante la transición de estadios profundos de sueño a otros más superficiales.
Las consecuencias de este trastorno de no corregirse a tiempo pueden ser muy variadas, según reconoce García Recuero, que destaca las más importantes:
- Desgaste de los dientes, fisuras y fracturas dentarias, llegando a perder gran parte de su anatomía.
- Mal oclusiones dental: la mordida no cierra correctamente.
- Sobresfuerzo e hipertrofia de la musculatura de masticación.
- Chasquidos, disfunciones articulares.
- Cefaleas y dolores de mandíbula.
- Huella de los dientes en la superficie lingual.
- Palpación muscular dolorosa.
- Trastornos de la conducta: ansiedad, enuresis, etcétera.
- Bajo rendimiento escolar.
Una vez diagnosticado el trastorno, para lo que este experto insiste en la necesidad de que participen tanto odontopediatras, ortodoncistas y cirujanos maxilofaciales, el tratamiento puede variar e incluir modificación de conductas, apoyo psicológico o tratamiento farmacológico.
Asimismo, García Recuero nos ofrece una serie de consejos para minimizar el impacto del bruximo, tanto diario como nocturno, que pasan por:
- Evitar conciliar el sueño viendo la televisión, jugando a las consolas de videojuegos o justo tras una actividad física elevada.
- Tomar un baño relajante.
- Mantener la habitación libre de elementos distorsionadores o llamativos.
- Usar férulas intraorales ajustadas y controladas por ortodoncistas, en aquellos niños que no responden a las técnicas anteriores.