MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadoras del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han publicado en la revista 'Transboundary and emerging diseases' un artículo sobre el análisis de la percepción social, los conocimientos y las actitudes de la población durante la pandemia como factores clave en el seguimiento de medidas preventivas y comportamientos apropiados.
El artículo parte del estudio 'COSMO-Spain', que desde hace más de un año está analizando la percepción social de la pandemia, y está liderado por investigadoras del Centro Nacional de Epidemiología y del Centro Nacional de Medicina Tropical.
Partiendo de que el comportamiento individual y de la población es un factor importante para impulsar cambios que prevengan el avance de las infecciones y ayuden a frenar la transmisión de la enfermedad, las autoras han analizado el cumplimiento de las tres medidas preventivas más recomendadas durante la pandemia: uso de la mascarilla, higiene de manos y distancia interpersonal.
Este trabajo analiza no solo el nivel de adherencia a estas tres medidas preventivas durante la segunda ola de la pandemia en verano de 2020, sino también su asociación con los conocimientos, las actitudes, la percepción de riesgo y las prácticas sociales.
Las investigadoras han observado diversos factores que han facilitado especialmente el cumplimiento de estas tres medidas. Entre ellos, citan tener una edad superior a 45 años; disponer de conocimientos correctos de cómo se contagia y propaga el SARS-CoV-2; saber cómo usar correctamente las mascarillas; estar de acuerdo con la obligatoriedad y las ventajas de utilizarlas; tener una alta percepción del riesgo de contagio y posible desarrollo de COVID-19, y mostrar una buena adherencia a otras medidas recomendadas para combatir la pandemia.
En definitiva, los resultados señalan que el conocimiento, las actitudes y la percepción del riesgo adecuados son fundamentales para el correcto cumplimiento de las citadas tres medidas preventivas.
Las autoras señalan que, para fomentar el cumplimiento en esta y otras situaciones de pandemia, hay que impulsar el desarrollo de programas efectivos de educación para la salud y estrategias eficaces de comunicación, especialmente enfocados para las personas y grupos sociales que muestran menor adherencia a las medidas preventivas.
'CONECTAR' CON GRUPOS MENOS CONCIENCIADOS
Entre los grupos sociales sobre los que puede convenir mostrar más atención al inicio y en las peores fases de una pandemia, las investigadoras citan que quienes permanecen más 'desconectados' de la información y las recomendaciones muestran peor adherencia al cumplimiento de las medidas y una percepción demasiado baja del riesgo.
Con respecto a los mensajes de salud pública, consideran que deben enfatizar la combinación de estas tres medidas (y de otras recomendadas en un determinado momento) en lugar de enfocarse solo en una de ellas, como por ejemplo sucedió con la campaña de las 'tres emes' (mascarilla, manos y mantener distancia) que impulsaron el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, y otras iniciativas que las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas han puesto en marcha a lo largo de la pandemia.
Además, el estudio apunta que estos mensajes pueden tener mayor alcance, impacto y credibilidad si los transmiten de manera efectiva profesionales de la salud con buena capacidad comunicativa. Tanto los mensajes, como los emisores, canales y públicos, deben ser dinámicos, actualizarse y responder continuamente a la evidencia científica y las posibles recomendaciones cambiantes según la situación y los nuevos conocimientos adquiridos.
Tanto el estudio 'COSMO-Spain' como este artículo ofrecen información útil para la toma de decisiones destinadas a evaluar y mejorar el cumplimiento de las medidas preventivas. "Reforzar el conocimiento, las actitudes positivas, las prácticas adecuadas y la percepción de riesgo de la población durante epidemias como COVID-19 es fundamental para el control de la enfermedad", concluyen las autoras, que apuntan hacia los programas de educación para la salud y las campañas de comunicación de riesgos para seguir promoviendo mejoras en la comprensión y cumplimento de las medidas de salud pública.