MADRID, 17 Oct. (EDIZIONES) -
Cerca de 4.000 personas fallecen al año en nuestro país como consecuencia de una embolia pulmonar, una obstrucción que se produce en nuestro pulmón, lo más frecuente por un trombo, un coágulo de sangre. Muchas veces es difícil identificar este cuadro porque no dan síntomas. Por eso, aprendamos un poco más sobre ellos.
Estos episodios son más frecuentes de lo que se cree, el problema es que muchos pacientes son infradiagnosticados por su sintomatología, que no siempre está clara, afirma en una entrevista con Infosalus el doctor José Andrés Guirola, facultativo especialista del Área de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, y miembro de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI).
Nos explica que habitualmente las embolias pulmonares tienen lugar fruto de un coágulo, de un trombo venoso mayoritariamente formado en las piernas o en la pelvis, y por varias razones que más adelante mencionaremos. Dice que cuando estos trombos se movilizan a través del torrente sanguíneo terminan en las arterias pulmonares provocando una obstrucción.
Migran hacia el pulmón porque normalmente el retorno venoso pasa por la circulación pulmonar para oxigenarse en los capilares pulmonares. Después, vuelve al corazón para ser bombeado e ir por las arterias sistémicas para la ayuda a la oxigenación y dar nutrientes a los órganos diana, agrega.
ESTAS SON SUS POSIBLES CAUSAS
Entre las causas, apunta el doctor Guirola, se encontraría la enfermedad oncológica; cirugías previas, siendo el reemplazo de cadera o las prótesis de rodilla los casos más frecuentes; así como el sedentarismo y el síndrome de la clase turista (pacientes que pasan mucho tiempo sentados sin movilizarse).
Por otro lado, el miembro de la SERVEI indica que se encontraría como posible origen de la embolia pulmonar una embolia grasa por fractura de huesos, ya que, en estos, en el tuétano concretamente, hay grasa, y ésta puede migrar por las venas; o durante un parto traumático, o bien que haya sido instrumental, o dificultoso, puede migrar el líquido amniótico, y hacer una embolia o obstrucción en los pulmones, aunque esto último es menos frecuente, según apunta.
NO SIEMPRE SE DETECTAN LOS SINTOMAS
Normalmente, señala que la mayor parte de los pacientes están asintomáticos; sin embargo, sí subraya el doctor que aquellos que acuden a Urgencias suelen indicar un cuadro de dificultad respiratoria o incapacidad a la hora de caminar, o bien manifiestan haber sufrido un síncope o desvanecimiento. La característica de la embolia pulmonar es que no existen síntomas dirigidos o que sean muy característicos de la enfermedad, en comparación con el ictus que todos sabemos sus síntomas, o del infarto agudo de miocardio, añade.
El diagnóstico indica que se realiza mediante angio TC pulmonar, un sistema para el diagnóstico radiológico, una tomografía computarizada donde se inyecta contraste al paciente a través de la vena del brazo, y para valorar las arterias pulmonares y descartar la existencia o no de un trombo.
POSIBILIDADES DE TRATAMIENTO
El facultativo especialista del Área de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza cuenta que el tratamiento base suelen ser los anticoagulantes, como la heparina; o bien anticoagulantes orales, como el sintrom; pero en aquellos casos con un alto riesgo de mortalidad, o bien en pacientes que estén inestables hemodinámicamente se recurre a otros medicamentos.
A su vez, precisa que los radiólogos intervencionistas emplean catéteres especializados para la administración dentro del propio trombo de medicamento en menores dosis; o bien a través de catéteres que ayudan en la aspiración del trombo, lo que se conoce como trombectomía percutánea, un procedimiento mínimamente invasivo que cada vez se realiza en más hospitales españoles.
¿PODEMOS PREVENIRLO?
En cuanto a su pronóstico mantiene el doctor Guirola que si es un paciente que ha tenido una afectación cardíaca previa, un pequeño trombo podría ser el desencadenante de una muerte. Dependiendo de la obstrucción que haya en las arterias pulmonares puede provocar una sobrecarga al ventrículo derecho y dar lugar a la muerte. Hoy en día la embolia pulmonar es la tercera causa de muerte de origen vascular en el entorno hospitalario, después del infarto de miocardio y del ictus, agrega.
En última instancia destaca que la prevención es muy importante y se recomienda en pacientes con riesgo de generar coágulos consultarlo en primer lugar con un médico, y usar anticoagulación preventiva en caso de cirugía, algo que como protocolo previo se está realizando ya en muchos casos.
En el caso de los pacientes que creen que no van a movilizar las piernas por un largo periodo de tiempo, debido por ejemplo a que van a viajar en avión, recomienda levantarse y hacer ejercicios en las piernas por lo menos cada hora. En algunas ocasiones también aconseja el empleo de medias de compresión en las piernas porque éstas ayudan en el retorno venoso y a que no se hagan trombos.
