MADRID, 8 Ene. (EDIZIONES) -
La visión se desarrolla en los primeros años de vida. La ambliopía, también conocida como 'ojo vago', se produce cuando la visión en uno o ambos ojos no se desarrolla correctamente durante la infancia. Es un problema común en bebés y niños pequeños. Es importante diagnosticar y tratarla tan pronto como sea posible. De lo contrario, un niño con ambliopía no desarrollará una visión normal y sana, según advierte la Academia Americana de Oftalmología (AAO por sus siglas en inglés).
En una entrevista con Infosalus, el doctor Carlos Palomino, jefe del servicio de Oftalmología del Hospital Quironsalud Madrid, explica en este sentido que esta patología tiene lugar cuando un ojo, incluso graduado, tiene menos capacidad de visión que el otro ojo. "Se trata de penalizar antes de los 4 años a ser posible el ojo director para que el ojo vago vaya mejorando todo lo posible", subraya el experto.
Una de las técnicas conocidas por todos, y más frecuente hace unos años, consistía en tapar el ojo con un parche. Según Palomino, probablemente ahora se ve a menos niños con parche porque los tratamientos se han individualizado en la actualidad y ya no es necesario en muchos casos hacer la oclusión de esa manera, sino que se pueden realizar oclusiones horarias desde casa, cuando el niño está estudiando, o a través de gotas, por ejemplo, "por eso no se ven a tantos niños piratas", bromea el especialista.
Desde la AAO remarcan que la ambliopía generalmente se corrige haciendo que el niño use el ojo más débil. "Esto a menudo se logra colocando un parche sobre el ojo más fuerte del niño. En algunos casos, se pueden usar gotas para ojos para empañar la visión del ojo más fuerte. O bien, el niño puede usar anteojos con una lente que empañe la visión en ese ojo", apostillan.
En general, dice que se necesitan de varias semanas a varios meses para fortalecer la visión en el ojo más débil. "Una vez que la visión de ese ojo haya mejorado es posible que el niño deba usar un parche temporal durante algunos años. Esto se hace porque existe la posibilidad de que el otro ojo vuelva a debilitarse", apunta la Academia norteamericana.
VITAL DETECTAR PATOLOGÍAS LO ANTES POSIBLE
Como la vista se desarrolla desde muy temprana edad y es vital detectar este tipo de patologías lo antes posible, el jefe del servicio de Oftalmología del Hospital Quironsalud Madrid remarca la importancia de llevar a los niños desde la más primera infancia a un oftalmólogo pediátrico, aparte de las concienzudas revisiones que realizan los pediatras en consulta.
En concreto, la ambliopía se produce por una falta de estimulación visual adecuada en los primeros años de vida, según indica la Asociación Española de Pediatría (AEP). "Si un ojo envía imágenes de mala calidad al cerebro, éste tiende a ignorar las imágenes de ese ojo. Si la situación se prolonga mucho tiempo, los cambios en las estructuras cerebrales implicadas se hacen irreversibles", añade.
Con ello, precisa que las causas más frecuentes que desencadenan una ambliopía son el estrabismo y los problemas de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo). Se comienza tratando la causa de la mala visión en el ojo afectado (estrabismo, miopía), y coincide con el doctor Palomino en que el pronóstico es mejor cuanto antes se empiece el tratamiento.
"A partir de los 10 años sólo es posible recuperar una parte de la visión", advierte en este sentido la AEP, mientras que Palomino insiste en que a partir de cierta edad, entre los 5-8 años, empieza a ser más difícil, prácticamente imposible si va aumentando la edad, poder arreglar los ojos vagos porque llega un momento en el que el aparato visual está formado y la capacidad de moldear esa función visual va a ser realmente difícil.
"De ahí la importancia de que los niños sean explorados lo antes posible por un oftalmólogo pediátrico", reitera el especialista, quien también celebra que si se trata a tiempo y de forma eficaz se puede recuperar la función visual en ambos ojos.