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MADRID, 18 Mar. (Infosalus/EP) -
A pesar de no entrañar gravedad, las infecciones en los ojos producen grandes molestias y al ser contagiosas pueden afectar a toda la familia y a su calidad de vida durante días por eso el tratamiento adecuado es clave para frenar su avance y recuperar la salud ocular.
Según explica a Infosalus, Lluís Cavero, del Servicio de Oftalmología del Hospital de Nens de Barcelona y colaborador habitual de la Sociedad Catalana de Pediatría, estos episodios de conjuntivitis pueden presentarse entre dos y tres veces al año pero pueden aparecer hasta en 8 ocasiones sin que esto suponga que existe un problema en el sistema inmune del menor.
Cavero señala que lo importante es distinguir entre estos episodios autolimitados provocados por virus o bacterias y aquellos derivados de una alergia en la que la conjuntivitis además de presentarse de forma recurrente se alarga en el tiempo. En estos casos es fundamental el diagnóstico para poner en marcha el tratamiento adecuado y frenar las posibles complicaciones en los ojos.
En cuanto al origen de las conjuntivitis, el especialista señala que es frecuente que inicialmente sea un virus el que afecta a los ojos pero que éstos al debilitarse se sobreinfectan por bacterias.
Kit de cuidados esenciales en conjuntivitis
Cavero explica que estas infecciones pueden tener su origen en un catarro pero que en otros casos el virus que ha afectado a los ojos puede viajar por la sangre hasta el resto del organismo y provocar entonces el cuadro catarral. El especialista apunta a Infosalus 5 consejos claves para manejar estas infecciones oculares:
1. Acudir al pediatra: es importante acudir al médico para saber si es una conjuntivitis común, existe posibilidad de que sea alérgica o bien está implicado el virus del herpes simple. Existen casos de varicela en los que los ojos también resultan afectados por el virus del herpes zóster y que aunque no revisten gravedad y su evolución es similar a las lesiones que se producen en el resto de la piel requieren un tratamiento específico.
2. No temer a los antibióticos: Cavero señala que hay que evitar la automedicación y señala que siempre que existe infección es preferible que el médico prescriba antibióticos que van a combatir a virus y bacterias o evitar en todo caso que éstas puedan intervenir en la infección debido a la debilidad del ojo derivada del ataque de los virus. Los antibióticos que se utilizan son de amplio espectro como los aminoglucosidos y los macrólidos. Además, si antes era común una posología que indicaba el uso de las gotas cada 4 horas, en la actualidad existen tratamientos que confieren una protección más prolongada y permiten que su aplicación sea cada 12 horas.
3. Limpiar con cuidado: hay que evitar emplear cualquier tipo de remedios caseros como la limpieza con agua y sal y evitar el uso de sueros fisiológico ya que estas soluciones salinas resecan los ojos. Es preferible emplear lágrimas artificiales cuyo pH se asemeja más al de los ojos y que ayudarán a limpiar las legañas y reducir la cantidad de virus o bacterias presentes en los ojos.
4. Manzanilla sí pero en frío: la manzanilla además de limpiar de microorganismos nocivos los ojos tiene un pequeño efecto antiinflamatorio que también puede ayudar a aliviar el malestar. Cuando se prepare se puede meter en la nevera para conseguir que enfríe pero nunca aplicarla en caliente.
5. No ir al cole: al menos han de pasar 3 días desde el inicio del tratamiento antes de que los menores vayan al colegio, si no se hace así aumentan los riesgos de que la infección se propague entre los compañeros de colegio y sus familias.