MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los ingresos de nuevos pacientes en las Unidades de Hospitalización Breve (UHB) de Psiquiatría están motivados, en la mayoría de los casos, por el impacto generado por el confinamiento, según más de la mitad de los psiquiatras encuestados para el estudio 'Impacto de la COVID-19 en las Unidades de Hospitalización Breve de Psiquiatría', presentado durante la V Jornada de Unidades de Hospitalización Breve de Psiquiatría, organizada por la Alianza Otsuka-Lundbeck.
"En las personas con problemas de salud mental, además de repercutir en mayor o menor medida el simple hecho de quedarse en casa, ha sido determinante en muchos casos los cambios en la atención ambulatoria. El hecho de que muchos seguimientos hayan pasado a hacerse vía telefónica o se hayan suspendido terapias de grupo y actividades de rehabilitación ha supuesto un retroceso en muchos pacientes", explica doctor Roberto Rodríguez-Jiménez, jefe de la Unidad de Hospitalización de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre (Madrid) y coordinador de esta Jornada.
El estudio, en el que han participado profesionales de estas Unidades de toda España de más de un centenar de hospitales, también concluye que se observó una notable disminución de la demanda de atención urgente psiquiátrica durante el periodo de confinamiento, según han percibido el 74 por ciento de los encuestados. "La consecuencia de esto es evidentemente negativa sobre el estado de salud de aquellos que se ven especialmente beneficiados de una atención urgente", señala el doctor José Martínez-Raga, también coordinador de la Jornada y psiquiatra del Hospital Universitario Doctor Peset (Valencia).
Asimismo, como han constatado estos profesionales (65,6%), se han suspendido terapias complementarias. Las más afectadas han sido las terapias de grupo, las terapias ocupacionales y los programas psicoeducativos. Al respecto de esta información, el doctor Rodríguez-Jiménez recuerda que "el tratamiento no farmacológico es fundamental ya que complementa y que alguno de ellos actúa de manera sinérgica con el abordaje farmacológico". "Así, la supresión temporal de buena parte de estas terapias ha tenido una repercusión clínica negativa en los pacientes que estamos intentando revertir", insiste.
En cuanto a la prescripción de psicofármacos, según la mayoría de los profesionales que trabajan en las UHB (70,4%), la COVID-19, en general, no la está condicionando. "No obstante, en el caso específico de los pacientes contagiados, sí que hay que tener en cuenta la posibilidad de interacciones con fármacos empleados para curar esta infección", señala el doctor Martínez-Raga.
En opinión de los participantes en la encuesta, los factores principales que están condicionando el tratamiento al alta de las personas ingresadas en las UHB son la búsqueda de eficacia (46,3%) y asegurar la adherencia (38,1%). En el caso concreto de las personas con esquizofrenia las recaídas son frecuentes, como advierten ambos expertos, y el objetivo es reducirlas al mínimo.