Las complicaciones hospitalarias evitables generan más de 11.300 ingresos en UCI y un coste añadido de 425 millones

Archivo - Paciente atendido por profesionales sanitarios en su habitación de un hospital.
Archivo - Paciente atendido por profesionales sanitarios en su habitación de un hospital. - MORSA IMAGES/ISTOCK - Archivo
Actualizado: jueves, 3 julio 2025 14:25

MADRID 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las principales complicaciones que surgen durante la asistencia hospitalaria y que podrían ser "evitables" generan cada año más de 11.300 nuevos ingresos en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), un aumento de las estancias en estos servicios de más de 237.000 días y un impacto económico valorado en un coste adicional superior a 425 millones de euros para el sistema sanitario.

Así se desprende del informe 'Tecnología Sanitaria para mejorar la seguridad y la experiencia del paciente en el ámbito hospitalario', promovido por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), con el apoyo de IQVIA, y cuyos resultados se han presentado este jueves en una jornada celebrada en el Hospital Universitario Ramón y Cajal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que uno de cada diez pacientes experimenta un daño relacionado con la atención médica y que, cada año, más de tres millones de personas fallecen como consecuencia de ello. El trabajo impulsado por Fenin e IQVIA cuantifica estos daños y propone soluciones ligadas a la tecnología para prevenir estos eventos adversos.

El informe evalúa el impacto de cinco de las fuentes de daño más comunes por su incidencia en los pacientes durante sus estancias en hospitales españoles en 2023. Estas son, los eventos adversos en cirugía, la sepsis, las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS), el tromboembolismo venoso y las úlceras por presión.

Además del impacto clínico y económico ya mencionado que suponen estas complicaciones, el documento desvela que estos eventos adversos producen un aumento total de la estancia hospitalaria de 1.197.945 días y 5.592 muertes intrahospitalarias adicionales al año.

DESGLOSES POR EVENTO ADVERSO

Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS) son el tipo de daño más prevalente entre los analizados por el informe, con 52.997 casos en un año. Representan el 72 por ciento del total de días adicionales de estancia hospitalaria (887.465 días del total de 1.197.945), el 56 por ciento de los ingresos adicionales en UCI (6.372), el 61 por ciento de los días adicionales de estancia en la UCI (145.788) y el 35 por ciento de las muertes intrahospitalarias (1.981).

Los eventos adversos en cirugía representan el segundo daño más prevalente de entre los analizados, con 14.973 episodios, y son responsables de entre el nueve y el 15 por ciento del impacto clínico y económico agregado. En concreto, suponen 108.083 días adicionales de estancia hospitalaria (el 9%), 1.648 ingresos adicionales en UCI (15%), 21.843 días más de estancia en esta Unidad (9%) y 615 muertes adicionales (11%).

La sepsis es el tercer tipo de daño más prevalente entre los analizados, con 7.099 casos, contribuyendo, además, a un importante incremento en el número de muertes hospitalarias, representando el 48 por ciento del total de las muertes adicionales (2.698). En el resto de indicadores, supone 172.196 días adicionales de estancia hospitalaria (14%), 2.747 ingresos adicionales en UCI (24%) y 51.906 días adicionales de estancia en UCI (22%).

Respecto al tromboembolismo, este es uno de los daños menos prevalentes entre los estudiados, con 1.359 episodios, y representa un porcentaje de entre el dos y el cuatro por ciento de los distintos indicadores de impacto clínico y económico analizados. Así, genera 30.201 días adicionales de estancia hospitalaria (2%), 336 ingresos adicionales en UCI (3%), 4.981 días más de estancia en este servicio (2%) y 168 muertes intrahospitalarias adicionales (3%).

Las úlceras por presión de todos los grados tienen una incidencia del 0,17 por ciento entre los pacientes hospitalizados con 6.241 episodios anuales, de los cuales 940 son debidos exclusivamente a úlceras de estadio III y IV. Suponen 80.839 días adicionales de estancia hospitalaria (3%), 14.297 días adicionales de estancia en UCI (5%) y 365 fallecimientos adicionales (2%). Aquellas de grados III y IV implican 21.087 de los días adicionales de estancia hospitalaria, 6.144 de los días de estancia en UCI y 24 de las muertes adicionales.

En cuanto al sobrecoste hospitalario adicional que conlleva cada una de las complicaciones analizadas, el informe recoge que los eventos adversos en cirugía generan un coste de 41.649.693 euros, considerando que los episodios con daño hubiesen tenido el coste de los de no daño. Las IRAS resultaron en un sobrecoste de 259.004.251 euros; la sepsis, de 108.914.868 euros; y el tromboembolismo, de 15.890.767 euros.

En términos de costes medios por paciente, los episodios sin eventos adversos quirúrgicos generaron un coste hospitalario medio de 5.475 euros por paciente, que se incrementa a 11.772 euros en el caso de los episodios con este daño. El coste medio por paciente en episodios que sufrieron IRAS se elevó a 14.775 euros, mientras que los episodios sin daño tuvieron un coste promedio de 5.678 euros.

En esta línea, los pacientes con episodios con sepsis tuvieron un coste hospitalario promedio de 25.867 euros, mientras que el coste de los episodios sin daño fue de 5.823 euros. Finalmente, el coste hospitalario medio sin tromboembolismo fue de 8.016 euros, que se incrementa a 25.382 euros cuando hay daño.

EL BENEFICIO DE LAS TECNOLOGÍAS SANITARIAS

A partir de estos datos, el informe destaca y evalúa el beneficio que supondría el uso de determinadas tecnologías sanitarias en la reducción de riesgos y ahorro económico. Estas tecnologías ayudan a prevenir y mitigar el impacto de los principales daños derivados de la asistencia hospitalaria, de los que se estima que el 42,8 por ciento son evitables, según el Estudio Nacional sobre los Efectos Adversos ligados a la Hospitalización (ENEAS).

Para las IRAS, el documento recoge la utilidad de incorporar tecnologías de prevención, apósitos novedosos, tecnologías avanzadas de terapias de presión negativa (TPN), agentes antisépticos y desinfectantes, y tecnología para el diagnóstico precoz. Para la sepsis, tecnología de RMN miniaturizada, PCR y equipos de cuantificación de parámetros, dispositivos de extracción de sangre avanzados, equipos automatizados para hemocultivos satélite y toallitas desinfectantes con clorhexidina.

En el caso de los eventos adversos en cirugía, las técnicas robóticas, sistema de navegación asistida por computadora, plataforma de planificación 3D, sistema de grapado inteligente, productos hemostáticos y monitorización de oximetría. Para tromboembolismos, sistemas de compresión neumática vascular, medias elásticas anti-embolismo, sistemas de detección de dímeros D y stents o endoprótesis. Y para úlceras por presión, apósitos novedosos, tecnologías avanzadas de terapia de presión negativa, otros dispositivos de prevención de úlceras por alivio de presión y productos para un buen mantenimiento de la piel.

"La tecnología sanitaria innovadora no es el futuro, es el presente. En nuestro hospital hemos comprobado que cuando se combina innovación responsable con regulación inteligente, el resultado es una mejor atención para nuestros pacientes y un entorno de trabajo más eficiente y amable para nuestros profesionales. El reto está ahora en seguir avanzando juntos, industria, reguladores y profesionales sanitarios, para que esta transformación llegue a todos los hospitales", ha señalado el director gerente del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Carlos Mingo, en la apertura de la jornada.

Tras ello, en dos mesas redondas expertos de distintos hospitales y sociedades científicas han resaltado que la seguridad del paciente es para ellos una "prioridad" y que la tecnología facilita este objetivo, permitiendo a su vez una atención más cercana al paciente. Aun así, han puntualizado que no solo se trata de tener las tecnologías, sino también de saber utilizarlas y que tengan un mantenimiento y un cuidado a lo largo del tiempo.

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