MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las parejas heterosexuales que se dividen los deberes de cuidado de los hijos tienen relaciones y vida sexual de mejor calidad que los que no lo hacen, según concluye un nuevo estudio que se presenta este domingo en la 110 Reunión Anual de la Asociación Americana de Sociología, que se celebra en Chicago, Estados Unidos.
El trabajo, realizado por Daniel L. Carlson, profesor asistente de Sociología en la Universidad Estatal de Georgia (GSU, por sus siglas en inglés), y los estudiantes de postgrado de GSU Sarah Hanson y Andrea Fitzroy, utilizó datos de 487 parejas heterosexuales de la Encuesta sobre Relaciones y Estado civil 2006 (MARS, por sus siglas en inglés).
Los investigadores agruparon a las parejas, todas ellas con hijos, en tres categorías de cuidado de niños: relaciones en las que las mujeres hacían la mayoría (al menos el 60%) o todo el cuidado de los niños, aquellas en las que los hombres hicieron la mayoría (al menos el 60%) o todo el cuidado de los niños y relaciones en las que hombres y mujeres se reparten el cuidado de los niños (cada uno lo hizo en entre el 40 y el 60%).
Los autores de la investigación también analizaron la calidad de la relación de cada pareja -identificando la satisfacción de la relación y el conflicto--, la frecuencia sexual y la calidad de vida sexual. Así, encontraron que cuando las mujeres eran responsables de la mayor parte o todo el cuidado de los niños, hombres y mujeres reconocieron tener relaciones y vida sexual de menor calidad en comparación con las parejas que se reparten las responsabilidades del cuidado de los niños.
"Uno de los hallazgos más importantes es que el único acuerdo de cuidado infantil que aparece como muy problemático para la calidad de la relación y la vida sexual de la pareja es cuando la mujer hace la mayor parte o todo el cuidado de los niños", señala Carlson.
A diferencia de las madres, los padres en una relación heterosexual podrían realizar la mayoría o la totalidad de las responsabilidades de cuidado de niños, sin efectos negativos sobre la calidad de la relación de la pareja. Además, las parejas en las que los hombres hicieron la mayoría o todo el cuidado de los niños tenían casi la misma vida sexual que parejas con acuerdos igualitarios y estaban igual de satisfechas con la cantidad de sexo que tenían.
Sin embargo, Carlson destaca que los hombres que hicieron la mayor parte o todo el cuidado de los niños reportaron tener la vida sexual de calidad más baja entre los hombres en el estudio, pero sus parejas femeninas dijeron tener la vida sexual de calidad más alta entre todas las mujeres en el estudio.
Según Carlson, la investigación fue limitada en algunos aspectos, incluyendo el hecho de que no se estudiaron parejas del mismo sexo. Aunque los investigadores examinaron cuatro diferentes tipos de tareas a través de tres dimensiones de cuidado de los niños, las medidas de cuidado de los niños eran bastante pequeñas, reconoce Carlson, sobre todo cuando se trataba de las tareas de cuidado físicas de los niños.
Las tres dimensiones del cuidado de los niños fueron el cuidado físico/emocional, cuidado interactivo y cuidado pasivo, que incluye la supervisión y la vigilancia. Las cuatro tareas que los investigadores analizaron fueron ser el responsable de hacer las reglas para los niños, hacerlas cumplir o castiglarlas cuando las rompían, elogiar a los niños por sus logros y jugar con ellos.
"Sólo tuvimos una tarea física y esa tarea giraba principalmente en torno a jugar con los niños, incluidos los deportes y los juegos, pero nada acerca de quién les alimentaba o bañaba", detalla Carlson. En futuras investigaciones, Carlson quiere aprender más acerca de los mecanismos que están detrás de por qué las parejas que cuidan de forma más igualitaria a los niños dijeron tener relaciones y vida sexual de mayor calidad.