MADRID, 27 Ene. (EDIZIONES) -
El sedentarismo y el azúcar son más peligrosos que comer cualquier grasa como puede ser el beicon. Así cómo lo estás oyendo. Comer grasa no te hace tener más grasa. Y el ejercicio siempre debe acompañarnos para gozar de una mejor musculatura, que nos ayudará en nuestra talla.
Y es que la acumulación de grasa en la mujer varía según la fémina, porque no todas la acumulan igual. Unas más en la cadera, otras más en la tripa, y otras en los glúteos; todo esto es muy dependiente de las hormonas. Las mujeres más masculinas tienden a acumular grasa en la zona abdominal y puede pasar cuando tenemos más hormonas como los andrógenos y la testosterona y hay más resistencia a la insulina, por ejemplo.
"Pero sí que es verdad que la mujer tiende a acumular más grasa que el hombre por su fisiología y, conforme pasan los años tendemos a acumular más grasa", destaca en una entrevista con Europa Press Infosalus la enfermera y nutricionista Lara Marín López, con motivo de la publicación de su libro 'Toma el control de tus hormonas' (Libros Cúpula).
Así advierte, a todas sus pacientes en la consulta les dice que la mujer con la edad se tiene que volver "más gastadora", dado que el metabolismo se vuelve cada vez más ahorrador. "El ejercicio y el movimiento conforme vamos ganando años es súper importante. Hay que moverse mucho", insiste.
QUÉ ES LO QUE MÁS NOS INFLUYE A LA HORA DE ACUMULAR GRASA
Pero, ¿qué es lo que nos lleva a acumular más o menos grasa? Marín aquí resalta que las emociones, la falta de sueño, el estrés, y cómo sea nuestra alimentación es lo que fundamentalmente nos hace acumular grasa en las zonas más indeseadas. "Las grasas saludables no son las culpables del aumento de peso y del acúmulo de grasa, sino el sedentarismo y el exceso de azúcar", aclara.
Tal y como argumenta, un estilo de vida sedentario hace que no quememos nada y que acumulemos grasa, pero también la falta de ejercicio provoca la pérdida de masa muscular, fundamental según defiende para reducir la tasa metabólica basal, y a la hora de quemar calorías.
En el caso de las emociones, sostiene Marín que una herida abierta nuestro cuerpo la interpreta como un peligro, de manera que activa al sistema inmunológico, siempre acompañado del sistema nervioso, y se ponen en marcha el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina, un glucocorticoide que te hace tener picos de azúcar en sangre.
"Con una herida abierta, aunque sea emocional, el sistema inmunológico tiene que trabajar todo el rato y es caro de mantener, necesita mucha energía, y las estrategias que hace para salvarte la vida es bajar el metabolismo basal y volverte más ahorradora y darte más energía y más ganas de comer", asevera esta experta en Nutrición.
Sobre el estrés y la acumulación de grasa, dice que esa insulina que se produce por el pico de azúcar es una hormona 'lipogénica', es decir, que fabrica grasa, de manera que cuando sube el azúcar el páncreas produce insulina, y se construye grasa de manera continua: "Será imposible entonces que se queme grasa porque hay una hormona que da señal todo el rato de almacenar. Por eso muchas mujeres dicen que comen poco y no pierden peso".
CUIDAR LA ALIMENTACIÓN
En cuanto a la alimentación habla de la ingesta de azúcar y de los procesados, pero también llama la atención sobre el hecho de comer carbohidratos en la comida sin acompañarlos ni de grasas, ni de proteína, algo fundamental en su opinión para no acumular grasa.
"El exceso de azúcar en la dieta es otro factor importante relacionado con el acúmulo de grasa. Los alimentos y bebidas ricos en azúcares añadidos pueden favorecer los picos de glucosa y estimular la liberación de insulina, que como hemos visto favorece la acumulación de grasa", agrega.
Pero esta enfermera y experta en nutrición avisa igualmente de que si nuestra alimentación sólo se basa en carbohidratos, como el pan, el arroz, la pasta, o la fruta en exceso, se podrían igualmente estar produciendo demasiados picos de glucosa e insulina en sangre.
En este punto recuerda que las grasas saludables no son las principales culpables del acúmulo de grasa, y pueden proporcionar sensación de saciedad, y a la hora de mantener un peso saludable.
Pero es que también Lara Marín comenta que la mujer cuando alcanza la menopausia se vuelve más ahorradora, por lo que insiste en el tema del movimiento, de la importancia de que éste esté muy presente en nuestras vidas para poder tener musculatura, y así ésta nos ayudará a gastar más. "En la mujer el músculo es súper importante", remarca la enfermera y nutricionista.