La combinación de radiación y terapia hormonal puede ralentizar el crecimiento del cáncer de próstata oligometastásico

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Archivo - Prostata. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / PALMIHELP - Archivo
Publicado: miércoles, 26 octubre 2022 7:39

MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio ofrece una nueva opción a los pacientes con cáncer de próstata oligometastásico que desean aliviar la terapia hormonal sin comprometer el riesgo de que su enfermedad se extienda. En el estudio, los pacientes que recibieron radiación además de la terapia hormonal intermitente vivieron más tiempo sin que su enfermedad progresara, y pudieron tomar descansos más largos de los tratamientos farmacológicos.

Este ensayo de fase II EXTEND, presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Radioterápica (ASTRO), es el primer ensayo aleatorio que evalúa el impacto de añadir radiación a la terapia hormonal en pacientes con cáncer de próstata oligometastásico, es decir, aquellos cuyo cáncer se ha extendido por todo el cuerpo a cinco o menos lesiones, o metástasis.

Dado que la mayoría de las células del cáncer de próstata dependen de la testosterona para crecer, el tratamiento estándar suele consistir en una terapia para privar al organismo de la hormona. Un número creciente de estudios indica que las terapias locales, como la radiación y la cirugía, combinadas con la terapia hormonal, pueden mejorar los resultados de los pacientes con enfermedad oligometastásica, y el ensayo EXTEND es el primero en demostrarlo en un ensayo clínico aleatorio.

"El uso de la radiación para el cáncer de próstata oligometastásico puede dar lugar a un excelente control del tumor y a buenos resultados a largo plazo, y puede permitirnos dar a estos pacientes largos descansos de la terapia hormonal", señala Chad Tang, autor principal del estudio y profesor asociado de oncología de la radiación en la Universidad de Texas MD Anderson Cancer Center, en Estados Unidos.

"La terapia hormonal es una herramienta eficaz para prolongar la supervivencia de los pacientes con cáncer metastásico, pero a menudo causa efectos secundarios difíciles --explica el doctor Tang--. El agotamiento de la testosterona puede provocar baja energía, impotencia y sofocos, en lo que podría describirse como 'menopausia masculina', así como un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y trastornos mentales".

EXTEND es un ensayo colectivo en el que participan adultos con cinco o menos metástasis de distintos tipos de tumores sólidos. El estudio del equipo del doctor Tang es el análisis primario de la cesta de próstata, en la que se inscribieron 87 participantes que recibían terapia hormonal intermitente para el cáncer de próstata. Estos pacientes fueron aleatorizados para recibir terapia hormonal con o sin terapia local. Las opciones de terapia local incluían la radiación, la cirugía o la crioterapia en todos los lugares de la enfermedad oligometastásica; todos los hombres del ensayo recibieron radioterapia.

Los pacientes recibieron terapia hormonal durante al menos dos meses antes de comenzar el ensayo, y cada participante interrumpió la terapia hormonal durante una pausa planificada seis meses después de comenzar el ensayo. Los pacientes reiniciaron la terapia hormonal en el momento en que su enfermedad progresó.

Los investigadores hicieron un seguimiento del tiempo transcurrido hasta que los pacientes mostraron evidencias de que su cáncer había progresado, como el aumento del PSA. También midieron la cantidad de tiempo que los pacientes mantuvieron niveles normales de testosterona después del tratamiento antes de tener que reiniciar la terapia hormonal.

La mediana de seguimiento fue de 22,1 meses, y durante ese tiempo, los cánceres de 41 pacientes progresaron. Los que recibieron terapia local además de terapia hormonal experimentaron una mayor supervivencia libre de progresión (mediana no alcanzada frente a 15,8 meses para la terapia hormonal únicamente).

Un menor número de pacientes en el brazo de la combinación tenía nuevas lesiones dos años después del tratamiento (33% frente a 41%). Los pacientes del brazo combinado también experimentaron niveles normales de testosterona durante más tiempo que los que no recibieron terapia local. Se observaron tres efectos secundarios graves (es decir, de grado 3) en cada grupo de tratamiento.

La "potente sinergia" entre la radiación y la terapia hormonal puede ser la clave de la promesa del tratamiento combinado, explica Tang. "En varios estudios se ha demostrado que la terapia hormonal actúa en sinergia con la radioterapia para reducir la capacidad de las células del cáncer de próstata para repararse del daño en el ADN inducido por la radiación", añade.

Además de los resultados clínicos, el equipo de investigación también examinó los efectos inmunoestimulantes de la radiación. "En nuestro estudio, observamos un aumento de la activación de las células T y otras señales de mayor actividad inmunitaria en los pacientes del brazo de la terapia combinada, pero no en el brazo de sólo terapia hormonal", destaca.

Después de que el cáncer de próstata de un paciente haga metástasis, éste suele recibir una privación hormonal continua. El doctor Tang resalta que este estudio introduce un nuevo paradigma de radioterapia definitiva para todas las oligometástasis de un paciente en conjunto con una terapia hormonal desescalada e intermitente como medio para preservar la calidad de vida mientras se mantiene el control de la enfermedad.

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