MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -
El mosquito tigre es una especie invasora que llegó a España en el año 2004 por el litoral catalán y, desde esa fecha, se ha extendido principalmente por la cuenca del Ebro y el arco mediterráneo. Las acumulaciones o encharcamientos de agua crean el universo perfecto para el desarrollo y reproducción de estos insectos, cuyas larvas se reproducen con mayor facilidad a medida que suben las temperaturas.
A diferencia de los mosquitos comunes, cuyas picaduras no generan más que simples molestias, la especie 'tigre' es una importante transmisora de enfermedades tropicales como el Dengue o el Zika. Como detalla la doctora Victoria López Calatayud, alergóloga del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo, las reacciones son similares a las provocadas por el mosquito común (endurecimiento de la piel, enrojecimiento, picor local, etcétera) pero las del mosquito 'tigre' son, normalmente, picaduras múltiples y mucho más dolorosas, debido a que hay mayor inflamación de la piel y requieren más días para su curación total.
Pueden picar en cualquier parte del cuerpo, pero sobre todo en las piernas. Excepcionalmente, en pacientes alérgicos al veneno podría aparecer urticaria generalizada, e "incluso shock anafiláctico", advierte esta especialista. Además, el veneno de su saliva inyectado en la piel genera una reacción local, ya que contiene proteínas que el sistema inmunitario del huésped ve como sustancias extrañas.
En cuanto a las medidas que debe tomar la población para prevenir las picaduras de estos incómodos visitantes, la doctora López incide en utilizar, ante todo, el sentido común y aplicar medidas idénticas a las que tomamos con los mosquitos comunes.
Así, señala que para evitar las picaduras de mosquitos existen una serie de recomendaciones, además del uso de repelentes: minimizar las zonas del cuerpo expuestas usando camisas y pantalones largos (algo complicado en verano), evitar ir al campo o caminar cerca de ríos, zonas húmedas, pantanos y zonas ajardinadas sobre todo durante las horas del amanecer y atardecer, no usar colores llamativos, instalar mosquiteras en puertas y ventanas y en caso necesario, usar aire acondicionado, que evita la entrada de mosquitos debido a la disminución de la temperatura.
A la hora de elegir un repelente lo primero que hay que tener en cuenta, a juicio de esta experta, es que esté autorizado por el Ministerio de Sanidad. Es importante saber que, como norma general, los repelentes basados en aceites esenciales, como por ejemplo aceite de
geraniol o citronella, tienen menor efecto que los que contienen DEET (N, N-Dietil-meta-toluamida), icaridina o derivados de PMD (p-metano-3,8 diol) y que, a mayor concentración, mayor duración del efecto. No obstante, advierte la doctora, una concentración superior al 50 por ciento de DEET puede producir irritación cutánea.
Puede que, pese a aplicar todas las medidas preventivas mencionadas anteriormente, el mosquito 'tigre' consiga burlarlas. En este caso,
la doctora recuerda que es necesario evitar el rascado en la medida de lo posible, aplicar hielo inicialmente en la zona durante 10-15 minutos para bajar la inflamación y evitar que se expanda el veneno. Otro punto clave es evitar el uso de los típicos antihistamínicos en cremas que suelen ofrecer las farmacias.