MADRID 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
La colocación del 'stent' farmacoactivo para los casos de infarto de miocardio es más seguro que la del 'stent' convencional, contrariamente a lo que se pensaba, según ha demostrado un estudio diseñado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y promovido por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que ha sido presentado este martes en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, ESC 2011, que se está celebrando en París (Francia).
Hasta ahora, el procedimiento más común es implantar para los casos de infarto de miocardio el convencional, ya que se creía que el farmacoactivo provocaba más trombosis, es decir coágulos dentro de la arteria coronaria, lo que dificulta el paso de la sangre. Sin embargo, en el estudio que se ha medido la seguridad los casos en los que había trombosis, se observa que en el convencional se producía en el 2,5 por ciento de los casos mientras que el farmacoactivo no superaba el uno por ciento (0,9%).
Para el miembro de la SEC y principal investigador del estudio, el doctor Manel Sabaté, estos resultados "suponen un gran avance en el tratamiento del infarto, ya que se ha demostrado que el padecer un infarto de miocardio no es condición excluyente para que el paciente reciba un 'stent' farmacoactivo".
"Los cardiólogos intervencionistas tenemos que perder el miedo a implantar 'stents' farmacoactivos en el infarto, ya que se ha demostrado que es más seguro que el convencional", advierte este experto, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona.
El estudio 'Examination', que nació con el objetivo de comprobar cuál de los dos dispositivos era más eficaz y seguro, ha realizado seguimiento de 1.500 pacientes que fueron ingresados en los 12 centros que colaboraban en el estudio. De estos pacientes, a la mitad se le implantó el 'stent' convencional, y a la otra mitad el 'stent' farmacoactivo que liberaba everolimus, registrado por Abbott como 'Xience'.
Tras su implantación se les hizo un seguimiento a los pacientes analizando dos variables: eficacia y seguridad. La eficacia la midieron contabilizando cuántos pacientes sufrían, tras el año de la intervención, muerte, reinfarto, reimplantación del 'stent' o necesidad de cirugía. Los resultados fueron similares, el 14 por ciento de los casos en la implantación del 'stent' convencional, frente al 11, 9 por ciento en el 'stent' farmacoactivo.
Además, según informa Abbott, respecto a otros parámetros analizados, no se mostraron diferencias significativas a nivel de mortalidad y reinfarto, pero se comprobó que la necesidad de nuevas revascularizaciones del vaso tratado era significativamente más baja con el 'stent Xience' (3,9%) frente al convencional (7%).
Este ensayo se inició en diciembre de 2008 y tiene un seguimiento clínico de cinco años, por lo que se estima que se complete en mayo de 2015.
MÁS DE 1.500 PACIENTES DE 12 HOSPITALES
El estudio 'Examination', según informan desde la SEC, ha sido considerado como el más importante que se ha realizado este año en relación al infarto de miocardio, ya que "gracias a sus amplios criterios de inclusión de pacientes, se han podido incluir y seguir al 70 por ciento de los casos que ingresaron en los 12 hospitales que formaron parte del estudio, lo que permite extrapolar los resultados a la mayor parte de la población".
De los hospitales que han participado en el estudio, ocho de ellos son españoles: Hospital Clínic de Barcelona, Hospital Prínceps d'Espanya de Bellvitge, Hospital de Sant Pau de Barcelona, Hospital do Meixoeiro de Vigo, Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Hospital General de Alicante, Complejo Hospitalario Universtiario A Coruña y Hospital Son Dureta de Palma de Mallorca. Los otros centros que han colaborado son italianos y holandeses.
Asimismo, como recuerda la farmacéutica, los dos sistemas comparados son de Abbot: el 'stent' coronario recubierto de fármaco ('Xience') y el convencional con 'stent' metálico no farmacoactivo ('Multi-link Vision').
70.000 INFARTOS AGUDO DE MIOCARDIO CADA AÑO
En España, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte. Dentro de ellas, el infarto agudo de miocardio es el más frecuente y se estima que en nuestro país, según la SEC, unas 70.000 personas sufren un infarto agudo de miocardio cada año.
Éste se produce cuando las arterias coronarias se bloquean. Ello puede ser inducido por distintas causas: las más comunes son por un coágulo de sangre y la aterosclerosis (depósito e infiltración de grasas en las paredes de las arterias).
Los 'stent' son dispositivos metálicos que se colocan con frecuencia después de una angioplastia con la finalidad de evitar que la arteria se cierre de nuevo. En el caso de liberar un fármaco, se supone que lo que se consigue es ayudar a que a prevenir ese cierre de la arteria.
El doctor Sabaté explica que el mayor problema es la formación de una trombosis, ya que "la arteria coronaria está en el ambiente más trombogénico posible por los fenómenos inflamatorios presentes en el infarto y está ocluida por un coágulo de sangre". Asimismo, "durante el seguimiento puede existir una mayor tendencia a que se coagulen los 'stents' si no se mantiene el tratamiento antiplaquetario", añade.