MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS
Las pautas actuales recomiendan bajar el colesterol para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Sin embargo, una nueva investigación apunta a que si el colesterol baja demasiado, podría aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico, según los investigadores del University Park, el campus de la Universidad Estatal de Pennsylvania (Penn State) - , en Estados Unidos.
Durante un período de nueve años, un estudio dirigido por Penn State examinó la relación entre el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL, comúnmente conocido como colesterol 'malo') y el accidente cerebrovascular hemorrágico, que se produce cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe.
Los investigadores encontraron que los participantes con niveles de colesterol LDL por debajo de 70 mg / dL tenían un mayor riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico.
Xiang Gao, profesor asociado de ciencias nutricionales y director del Laboratorio de Epidemiología Nutricional en Penn State, explica que los resultados, que se publican en la revista 'Neurology', pueden ayudar a ajustar y personalizar las recomendaciones para los niveles ideales de colesterol objetivo.
"Como sucede con muchas cosas en nutrición, la moderación y el equilibrio son clave para decidir el nivel objetivo óptimo de colesterol LDL --dice Gao--. No puede ir al extremo, demasiado alto o demasiado bajo. Y, si tiene un alto riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico debido a antecedentes familiares o factores de riesgo como presión arterial alta y consumo excesivo de alcohol, es posible que deba tener un especial cuidado con los niveles de colesterol LDL".
Según los investigadores, el colesterol LDL bajo se recomienda como una forma de reducir el riesgo de un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular isquémico, que se produce cuando un coágulo bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro. Pero investigaciones anteriores han sugerido una relación entre los niveles muy bajos de colesterol LDL y el accidente cerebrovascular hemorrágico.
Chaoran Ma, estudiante graduada de ciencias nutricionales en Penn State, dice que, si bien estudios anteriores sugirieron esta conexión, era necesario realizar una validación adicional en una cohorte diferente.
"Para nuestro estudio, queríamos ampliar el alcance del conocimiento en esta área mediante la investigación prospectiva en una gran cohorte con múltiples mediciones de colesterol LDL para capturar la variación a lo largo del tiempo", explica Ma.
El estudio incluyó a 96.043 participantes sin antecedentes de accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos o cáncer cuando comenzó el estudio. Los niveles de colesterol LDL se midieron cuando comenzó el estudio y, posteriormente, cada año durante nueve años. Los incidentes reportados de accidente cerebrovascular hemorrágico fueron confirmados por los registros médicos.
Los investigadores encontraron que los participantes que tenían niveles de colesterol LDL entre 70 y 99 mg / dL tenían un riesgo similar de accidente cerebrovascular hemorrágico. Pero, cuando los niveles de colesterol LDL descendieron por debajo de 70 mg / dL, el riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico aumentó significativamente.
Por ejemplo, el riesgo aumentó en un 169 por ciento para los participantes con niveles de LDL menores a 50 mg / dL en comparación con aquellos con niveles de LDL entre 70 y 99 mg / dL. Estos hallazgos fueron consistentes después de controlar la edad, el sexo, la presión arterial y la medicación.
"Tradicionalmente, un nivel de colesterol LDL de más de 100 mg / dL se había considerado como óptimo para la población general y más bajo en individuos con riesgo elevado de enfermedad cardíaca --explica Gao--. Observamos que el riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico aumentó en individuos con niveles de colesterol LDL por debajo de 70 mg / dL. Esta observación, si se confirma, tiene implicaciones importantes para los objetivos de tratamiento".
Ma añade que los hallazgos podrían ayudar a los profesionales de la salud a continuar ajustando las pautas. "Los resultados se basaron en un gran estudio basado en la comunidad, lo cual es una ventaja porque se enfocó en personas sanas en un entorno no clínico", concluye.